Kelly Castillo Mamani
En Arequipa, las cifras de violencia son graves. Los Centros de Emergencia Mujer en la región, ocupan el segundo lugar en el país por la cantidad de casos atendidos. En enero y febrero de este año, se atendieron 2 250 casos de agresión en general, de los cuales, 53% fueron violencia psicológica, 35% física y 12% sexual (274).
Solo en los dos primeros meses del año, atendieron 145 casos de abuso sexual contra menores de 0 a 17 años, la mayoría de ellos en edad escolar. La cifra se mantiene con relación al año 2021.
Erick Pumacayo Rocha, coordinador territorial del Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual-Aurora en Arequipa, refiere que, los casos fueron derivados al Ministerio Público para las investigaciones y se solicitaron medidas de protección para las víctimas.
Explicó que, por estos delitos, se pide la pena máxima para el agresor, que es la cadena perpetua y la condena depende de la investigación y otros factores propios de cada caso, pero, ¿será la implementación de la castración química la solución para este tipo de crímenes?
Especialistas opinan sobre esta controvertida propuesta, hecha por el gobierno de Pedro Castillo, tras el caso de la niña de 3 años, secuestrada y ultrajada en Chiclayo y otros casos similares ocurridos en diferentes localidades del país.
EL DATO
En la práctica, la cadena perpetua en el Perú, está tipificada con 35 años y puede ser revisada a pedido de parte o de oficio, para identificar si ha sido posible la resocialización del sentenciado. Si la evaluación es favorable, puede salir en libertad, caso contrario seguirá purgando cárcel.
¿Qué es la castración química?
La castración química, no implica el retiro de ningún órgano sexual o parte de él, sino que, consiste en la administración de fármacos que reducen la libido (deseo sexual) y la actividad sexual. Se aplica ya en otros países, con el fin de impedir que los violadores, pederastas y otros delincuentes sexuales, reincidan en este delito.
Alejandro Escalante, médico urólogo, refirió que este procedimiento, consiste en la aplicación periódica (una vez al mes) de un inyectable (acetato de medroxiprogesterona); sin embargo, la persona puede regresar a su condición anterior si dejan de aplicárselo.
“Diversos estudios en el ámbito internacional, demostraron que los casos de violación sexual, no se redujeron, porque no solo es la utilización del órgano sexual, sino que, se trata de cambiar la mentalidad de estas personas”, sostuvo.
En ese mismo sentido, opina Carlos Solís, psicoterapeuta y exdecano del Colegio de Psicólogos Arequipa-Moquegua, comenta que, el problema no solo es la libido, sino “la conducta violenta y psicopatológica dentro de la mente del individuo”.
“Qué ganamos aplicando medicamentos para la castración química, si sabemos que el órgano sexual por excelencia no es el pene ni la vagina, sino el cerebro. La persona no solo puede infringir abuso con sus órganos genitales, también puede ejercer la violencia o atentar contra la intimidad utilizando otros objetos”, manifestó.
Explicó que los violadores de menores o pederastas, obtienen gratificación sexual al tener relaciones con niños y eso es una desviación de la conducta sexual (pedofilia), y no hay un tratamiento para ello, lo que se puede controlar, es la ansiedad y las conductas de violencia con fármacos, acompañados de un proceso psicoterapéutico.
Para Solís, la cadena perpetua para estos casos es una alternativa, pues encerrado, el abusador ya no tendría la posibilidad de reincidir; sin embargo, considera que, la mejor solución es fortalecer a la familia y educar a los niños con amor para tener generaciones mentalmente saludables, además de fortalecer los programas de prevención de la violencia.
Los detractores de esta propuesta controversial, también refieren que otra desventaja para su aplicación, es el costo que demandaría, pues debería aplicarse periódicamente para lograr los efectos deseados. El precio de estos medicamentos, se estima entre 300 y 1 000 soles.
Detección en flagrancia
Los casos de violación sexual, pueden durar mucho tiempo, pero si detienen en flagrancia (sorprendido en el acto de cometer un delito) al agresor, el proceso puede ser más diligente y se podría lograr la prisión preventiva. De no ser así, el proceso se alargará.
En ese sentido, el coordinador territorial del Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual-Aurora en Arequipa, exhortó a la población a denunciar estos abusos inmediatamente y sin dudar, para lograr la detención del agresor.