Se debe evaluar incentivo tributario por la creación de empleo formal

Rolando Vilca Begazo

El socio-gerente de Estudios Económicos de Apoyo Consultoría, Hugo Santa María, analizó el escenario actual del país junto con empresarios y académicos de Arequipa. Santa María dejó algunas recomendaciones sobre lo que debería hacer el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski para retomar el crecimiento.

La elección de Pedro Pablo Kuczynski como presidente cayó muy bien en el sector empresarial, pero ¿es suficiente esta buena imagen para reactivar la economía del país?
No. Lo que se ha hecho en estos primeros días de gobierno es sembrar ese optimismo, pero hay que convertirlo en resultados. El optimismo no soluciona todos los problemas, aunque estoy seguro de que este gobierno se abocará a solucionar las cosas.

¿Qué medidas son necesarias para retomar el crecimiento económico?
Yo estoy en el grupo de economistas que piensan que no deberíamos esperar grandes anuncios y reformas, sino empezar a hacer algunas cosas. Por ejemplo, hay que destrabar proyectos como la línea 2 del Metropolitano de Lima, Chavimochic III, Majes II, la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez y el Gasoducto Sur Peruano; para echarlos a andar.

En temas de gestión del Estado, los problemas están sobrediagnosticados y las soluciones van por mejorar el capital humano, por más tecnología y conectividad.

¿Qué medidas tributarias podrían apoyar en esa línea?
No creo que el crecimiento dependa mucho de lo que se pueda hacer en el marco tributario. Lo que es muy importante para el crecimiento es mantener nuestras cuentas fiscales en orden, y para eso no hay mucho espacio para reducir impuestos. Aunque se pueden hacer algunas cosas específicas. Por ejemplo, en el tema de formalización sí hay cosas tributarias que se pueden aprovechar; ya el ministro de Economía [Alfredo Thorne] adelantó algunas.

En Apoyo pensamos que se debería discutir la posibilidad de dar algún incentivo tributario a la creación de empleo formal. Es decir, que las empresas que creen empleo formal a plazo indeterminado, que es muy poco en el Perú y es el de mejor calidad, puedan recibir una especie de subsidio.

¿Un beneficio tributario?
Sí, una reducción menor.

¿En qué impuesto?
Nuestra idea es que si un trabajador, por ejemplo, le cuesta S/ 1200 al mes [a una empresa]; en lugar de descargar esa cifra como gasto, que pueda llegar a un poco más, como S/ 1600. Eso significa que al final del año se tributará un poco menos por impuesto a la renta. Creemos que es un costo fiscal muy acotado pero que tiene un enorme beneficio de atraer a la formalidad a los jóvenes que buscan empleo.

Y sin reducir los beneficios laborales actuales.
Exacto. Creo que sin importar la posición ideológica, la vida nos ha demostrado que es muy difícil hacerlo.

Prudencia fiscal

Si para usted el escenario actual no permite reducir impuestos: esta disminución del impuesto general a las ventas (IGV) que propone el gobierno de PPK, ¿no sería beneficiosa para el país?
Creo que el mismo ministro [Alfredo Thorne] ha dicho que irán con mucha cautela. Ya adelantaron que a esta reducción, de un punto porcentual, podrían seguir otras, pero condicionadas a una serie de metas de recaudación o de formalización que aún no conocemos. Entonces creo que serán muy prudentes. Veo la prudencia fiscal casi en el ADN del gobierno.

La reducción del IGV a partir del 2017 y que, según el Gobierno, sería compensada con la suba del impuesto a la renta (IR), ¿podría generar un desbalance en la caja fiscal?
Sí, algo de ello habrá porque el menor IGV dejará sentir su impacto en las cuentas fiscales casi inmediatamente y el retorno del IR a 30% [ahora está en 27%] como mencionas, lo compensa un poco; pero primero las empresas deben trabajar un año y luego empezar a pagarlo. Puede haber un desfase, pero en la medida que el plan [de reducir el IGV] sea muy acotado, no me preocupa mucho. En el gobierno van a medir, a supervisar y si ven que las cosas funcionan, continuarán.

Entonces, ¿usted no ve un mayor riesgo en la economía con la reducción del IGV?
No creo, su manejo será prudente.

IGV se quedará en las empresas

El ministro Thorne sostiene que la reducción del IGV se traducirá en una rebaja en el precio que pagarán los consumidores, ¿esto realmente ocurrirá?
Esto es discutible, algunas empresas decidirán trasladarlo al consumidor y otras no.

Alfredo Thorne dijo que según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), de 30 a 80% de esta disminución se traslada al precio que paga el consumidor.
No he visto esos trabajos. Recordemos que [el IGV] ya se subió a 19%, luego se bajó a 18 y 17%. De hecho PPK en el 2001 lo subió a 19%, además hay zonas en el Perú con exoneraciones tributarias donde no se paga IGV; sin embargo, en ninguno de esos casos se vio el traslado de estas reducciones al precio final que paga el consumidor. En el mejor de los casos, en algunos lugares como en la selva se vieron reducciones por única vez, y luego los precios se estabilizaron.

Mi intuición, aunque el Ministerio de Economía tendrá una mejor visión de las cosas, es que esto iría al margen [de utilidad] de las empresas, lo que no es malo tampoco. Lo que se hace es dejar recursos en el sector privado, solo que no irán tan rápido a la demanda como algunos esperan.

En general, ¿cómo se puede generar más ingresos al Estado?
Subir los tributos no es el camino, porque los que cumplimos con nuestros impuestos ya pagamos una cantidad enorme. Las tasas impositivas en el Perú no son bajas. El IGV de 18% está en el promedio latinoamericano respecto al impuesto al valor agregado (IVA), y el impuesto a la renta de 30% tampoco es bajo. Entonces, por ese lado no es.

Creo que debemos ir por anchar la base tributaria, que es más fácil decirlo que hacerlo y espero que al final de estos cinco años de gobierno se nos deje encaminados en una estrategia de formalización que funcione.

El mecanismo más importante para reducir la informalidad es hacer que el empleo formal crezca. En la medida que recuperemos crecimiento, que podamos tener estos incentivos a la creación de empleo formal, poco a poco ganaremos espacios; pero los resultados de todo esto lo verán las siguientes generaciones.

¿Qué se puede hacer respecto a la Sunat? PPK , en campaña electoral, dijo que se debe cambiar la imagen que tiene.
Claro, pero en la línea de mejorar su trabajo. Los procesos de fiscalización para los que pagamos impuestos, en algunos momentos, son agobiantes. Las penalidades económicas por no tener libros contables pueden llevar a la quiebra a un pequeño negocio. O sea, el trato al cliente es muy malo. La visión del Gobierno no es hacer una Sunat amigable para que cobre menos, sino para que haga mejor su trabajo: cobre un poco más y mejore el trato al cliente.

Un incentivo tributario impulsaría la creación de empleo formal de manera permanente.


Crecimiento de 4%

Si le pido hacer una proyección económica del país hacia los siguientes años, considerando el escenario mundial que tampoco nos ayudará, ¿qué se nos viene?
Viene un par de años con un crecimiento de alrededor de 4% y si es que el gobierno siembra hoy y comienza a hacer algunas cosas. Me refiero a sembrar nuevos proyectos de infraestructura. Con el paquete de proyectos sembrados, algunos trabados y otros avanzados, la inversión privada empieza a caer en el 2019. Y hoy no se crean nuevos proyectos que puedan ser construidos en dos o tres años, que es el tiempo que nos toma en solucionar los problemas para sacarlos adelante.

Y también hay algunos temas estructurales por resolver, como facilitar el acceso a la formalidad e incluso este aspecto, que hay que llenar de contenido, que es la tramitología. En los últimos años nos llenamos de trámites, requisitos y regulaciones. Tenemos todo un marco regulatorio que ya derramó el vaso, es muy asfixiante y desde todo punto de vista: la administración tributaria, la administración laboral, Indeci, etc. Todo eso hace que sea muy costoso y dificultoso el ser formal.

¿Así no puede avanzar la formalización que propone el Gobierno?
El Perú está en el 10% superior de países con costos laborales más altos de regulación laboral. Muy pocos países tienen más sobrecostos que el Perú. Por otro lado, las empresas no están preparadas para afrontar esta situación. Los costos deben ser razonables y se debe incentivar la productividad de las empresas para que los puedan afrontar.

La verdad cruda es que la gran mayoría de pequeñas y microempresas no generan el valor suficiente, ni siquiera el necesario para pagar un sueldo mínimo [a sus trabajadores]. ¿Cuál es el problema ahí? No es el trámite, sino la capacidad de generación de riqueza de esa empresa.

El ministro Alfredo Thorne dijo que pasar las pequeñas y microempresas al Régimen Único Simplificado (RUS) les significaría un costo de 12% de sus utilidades. En ese escenario, ¿cómo se les puede convencer a formalizarse?
Es muy difícil y se debe trabajar en todos los frentes. Primero, bajar los costos de acceso a la legalidad y formalidad; luego, para permanecer [en la formalidad] hay que asumir otro costo y, al mismo tiempo, todo lo que tiene que ver con la productividad. Por eso creo que es un error pensar que las empresas informales se formalizarán; lo que se debe pensar es que los nuevos jóvenes que entrarán al mercado de trabajo tienen, ojalá, que conseguir un empleo en la vida formal y ser suficientemente productivos para mantenerse vigentes.

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