No hay duda, el fenómeno El Niño afectará a nuestro país. En el norte está confirmada la presencia de lluvias intensas a partir de diciembre. Sin embargo, en el sur aún no se tiene certeza de lo que ocurrirá. Según el Senamhi el escenario más probable es el déficit de precipitaciones en las zonas alto-andinas y fuertes aguaceros en aquellas localidades ubicadas por debajo de los 3,500 msnm.
Con ello, quienes habitan en los valles intermedios de Castilla, Condesuyos, Caylloma y Condesuyos, afrontarían lluvias torrenciales. Pero no solo ello, las poblaciones ubicadas en las cercanías de las diferentes cuencas deben estar preparadas para afrontar el desborde de los ríos.
En la ciudad, al estar ubicada dentro de la cuenca media, podrían volver a ocurrir episodios como el aluvión registrado el 8 de febrero del 2013 y que arrasó la Av. Venezuela. Y si se confirma que no lloverá en la zona de represas, entonces hay que prepararnos para racionar el uso del agua en la agricultura, industria, minería y el consumo humano.
Estas proyecciones podrían ratificarse o cambiar, incluso radicalmente, conforme estemos más cerca de diciembre, que es cuando El Niño se manifiesta en su plenitud hasta marzo del 2016. El mismo especialista en pronósticos climáticos del Senamhi, José Luis Ticona, advirtió que toda estimación no puede ir más allá de los tres meses.
“A pesar de presentarse 6 a 7 meses de manera consecutiva, El Niño puede variar de forma brusca de un mes a otro. Por eso cualquier pronóstico más allá de tres meses es menos certero y si nos proyectamos al verano llegamos a un margen de error del 80%”, afirmó.
Ticona, explicó que en el norte del país la temperatura del mar se elevó de 6 a 7 grados centígrados (°C) y por eso ya se definió el patrón climático y se confirmó un Niño fuerte o extraordinario en esa zona. En tanto que en el sur, el mar se calentó en menos de 2 °C y por ello, aún no se puede determinar el impacto que puede generar.
No obstante, recomendó a la población y a las autoridades regionales considerar “el peor escenario para Arequipa, con una eventual sequía o la presencia lluvias intensas” como una forma de prevenir cualquier posible emergencia y mitigar los daños que puedan presentarse.
Niño “enfermo”
Un factor adicional que puede atenuar o agravar el impacto de El Niño de manera imprevista es el cambio climático que desde años atrás, distorsiona la temperatura en las diferentes estaciones e influye en la ocurrencia de precipitaciones.
José Luis Ticona, sostuvo que el cambio climático “hará las veces de un virus en la salud de un niño que puede enfermarse o producir fiebre y desarrollar un cuadro clínico inesperado”. “Así, este fenómeno de El Niño podría apagarse o desencadenar en un evento extraordinario de forma muy rápida. Todo esto dificulta la predictibilidad de cualquier pronóstico por lo que tratamos de monitorear cualquier cambio del clima en tiempo real para advertir a la población sobre cualquier evento extremo”, agregó.
Sistema de alerta
En este contexto, explicó que el seguimiento continuo y detallado de El Niño permitiría implementar un sistema de alerta temprana sobre la ocurrencia de un evento climático extraordinario. Para ello se contará con un equipo de predicción climática y se compartirá información con las agencias de Agricultura y oficinas del gobierno regional ubicadas en las diferentes provincias.
De esta forma y, con la ayuda de estaciones de monitoreo y satélites, se podría estimar con 5 a 7 días de antelación el nivel de intensidad de la variación climática en las localidades comprometidas. Esto facilitará la aplicación de medidas de prevención y mitigación.
Reducción de aforo del Chili
Por su parte el director de la Autoridad Administrativa del Agua I Caplina Ocoña, Isaac Martínez Gonzales, recomendó reducir el volumen de descarga del Chili de 10 a 9 metros cúbicos por segundo para asegurar la reserva técnica del sistema de represas para el 2016.
De manera adicional, dijo que el sector agrario tendría que optar por cultivos de menor consumo de agua y “de ninguna manera se debería permitir la producción de alfalfa, que requiere de una importante asignación del recurso hídrico”.
En este momento en el proyecto Majes de las 15 mil has. en producción, por lo menos el 50% está destinado a la alfalfa. Similar panorama se presenta en la cuenca del Chili donde un 40% de las 17 mil has. tiene el mismo fin. Esto, a pesar que la siembra del maíz forrajero resulta más ventajosa por el menor tiempo de producción y menor consumo de agua.
Sin plan de prevención
En medio de este panorama resulta sorprendente que hasta el momento Arequipa no cuente con un plan de prevención por el impacto de El Niño. El pasado 21 de agosto se realizó la cuarta reunión de coordinación intersectorial para elaborar este informe; lamentablemente la gran mayoría de autoridades no cumplió con presentar sus requerimientos económicos ni detallar las acciones que asumirán para mitigar o afrontar los eventuales daños que se generen.
Solo el gerente de Agricultura, Mirko Avendaño, informó que su sector necesitaba de S/. 8 millones para realizar trabajos de encausamiento, limpieza de torrenteras, alimentación de animales, kit veterinarios, así como afrontar la eventual reparación de canales y descolmatación de infraestructura de riego por el ingreso de avenidas.
Avendaño, estimó que de presentarse un episodio similar al ocurrido con El Niño en 1997 unas 3,500 has. de cultivo estarían en riesgo por el desborde de los ríos en las zonas intermedias (tal como proyecta el Senamhi).
También identificó a las localidades de Acarí, Bella Unión, Ocoña en Caraveli, así como algunos sectores de Camaná, el valle de Majes y el valle de Tambo, como las zonas más vulnerables por inundaciones.
En el caso de la población alpaquera, el 40% (de las 460 mil animales) estaría expuesto a la falta de forraje y heladas que se presentarían en las zonas altas.
En el sector Educación se identificaron 274 escuelas ubicadas en zonas cercanas a las cuencas y que podrían afectarse por la vulnerabilidad de la infraestructura. Aquí se dispuso determinar los locales escolares alternos que podrían ser usados por los estudiantes para no perjudicarse en el dictado de clases.
En Salud, solo se recordó los brotes de enfermedades que se presentaron en 1997 (infecciones respiratorias, influenza, enfermedades diarreicas agudas y afecciones a los ojos y la piel), pero no se informó sobre la disponibilidad de medicamentos para atender a la población ni la estrategia que se asumiría en el corto plazo.
El representante de Sedapar presentó los planes institucionales en caso de sequía o fuertes lluvias, pero tampoco contaba con un plan de intervención frente a El Niño.
En aquella ocasión, la jefa de la oficina regional de Defensa Nacional y Defensa Civil, Nancy Quiroz cuestionó estas deficiencias y llamó la atención para la entrega de los planes de contingencia de cada sector hasta el 28 de agosto.
Lo peor de todo es que estas deficiencias ponen en riesgo el financiamiento de todo plan de contingencia por parte del gobierno nacional, por cuanto hasta el 5 de setiembre se puede acceder al fondo de S/. 15 millones disponibles para atender a 14 regiones que se afectarán por esta variación climática.
Para tomar en cuenta
Antes del 31 de agosto, el Comité Multisectorial encargado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN) estimará las probables magnitudes de El Niño para el verano. El último reporte no descartaba una magnitud de fuerte o extraordinario en las costas peruanas.
Unas 3,500 has. de cultivo estarían en riesgo por el desborde de los ríos en las zonas intermedias
El sector agrario tendrá que optar por cultivos que demanden un menor consumo de agua y de ninguna manera se debería permitir la producción de alfalfa.
274 escuelas ubicadas en zonas cercanas a las cuencas, podrían afectarse por la vulnerabilidad de la infraestructura.
En Arequipa 64 de los 109 distritos fueron comprendidos en la declaratoria de emergencia por el fenómeno El Niño, para acceder al financiamiento de planes de contingencia en sus jurisdicciones.
Adicionalmente pedirá la inclusión de otros distritos y provincias que no forman parte de las 64 localidades identificadas por su posible afectación.