Liz Ferrer Rivera
Desde hace más de 45 años, el nacimiento del Niñito Jesús de Pocollay ha formado parte de las tradiciones navideñas de Tacna. Esta exposición, considerada la más grande y antigua en la Ciudad Heroica, fue creada por los esposos Isauro Salinas Salinas y Amanda Morales Miranda; sin embargo, esta Navidad será la última ocasión en que estará abierta al público. Los herederos del nacimiento cerrarán sus puertas hasta nuevo aviso.
La casa de los Salinas Morales se ubica en la avenida Zela n.º 814, en el distrito de Pocollay. Estos días, Elizabeth Valderrama Morales –hija de los creadores– recibe al público con una amable sonrisa. Ella muestra con orgullo las miles de piezas que forman parte del nacimiento, el cual ocupa casi toda la vivienda.
La temática del nacimiento gira en torno al Perú y sus tradiciones en las diferentes regiones durante las celebraciones de Navidad. Además del belén tradicional, se expone escenas que retratan la Navidad en Puno, Trujillo, Arequipa, Tacna, Ica, entre otras ciudades. Ingresar a la casa de la familia Salinas Morales es adentrarse en un mundo poblado de pequeñas figuras, tradiciones entrañables y música navideña que impregna cada rincón de las habitaciones.
Recuerdos
Para Elizabeth, el nacimiento tiene un doble significado: recordar al Niño Jesús y a sus padres. Doña Amanda Morales, su madre, fue la última en partir, a los 85 años, en septiembre de este año, mientras que su padre lo hizo en 2019, a los 93 años de edad. La ausencia de ambos ha llenado de tristeza el corazón de sus hijos, nietos y bisnietos, quienes desean tomar un descanso en 2026.
Las piezas originales del nacimiento (José, María, Jesús y los ángeles) fueron una herencia que doña Amanda recibió de su madre, y ella a la vez de su abuela. Por ello, las figuras principales tienen más de cien años de antigüedad y requieren sumo cuidado en su manipulación. Los esposos solían tardar tres meses en armar el nacimiento.
“Mi mamita y una de mis hermanas (ya fallecida) elaboraban los atuendos para las piezas. Algunos me dicen que deberíamos obtener una declaratoria que lo convierta en patrimonio de la región o que pase a manos de las autoridades. No estoy de acuerdo, porque en cada pieza está el trabajo de mi madre y tengo temor de que acaben en el olvido o guardadas en cajas por siempre”, advierte Elizabeth.
EL DATO
El nacimiento del Niñito Jesús de Pocollay está abierto al público desde las 09:00 hasta las 20:30 horas, todos los días hasta el 6 de enero. El ingreso tiene un valor de 3 soles, destinado a cubrir el costo de regalos que se entregarán a los niños en la Bajada de Reyes.
Historia y poesía
Cerca del Niño Jesús está una fotografía de don Isauro y doña Amanda. Ambos sonríen en una de sus últimas navidades juntos. Cuando don Isauro estaba vivo, pasaba toda la temporada navideña al lado del nacimiento, recibiendo visitantes y explicando la elaboración de las piezas. Aprovechaba también para contar las historias de su infancia a quienes quisieran escucharlo.
Don Isauro nació en 1926, tres años antes del retorno de Tacna a la patria, en la época del cautiverio de la ciudad en manos de Chile. Él solía relatar al público las historias que oyó de boca de los soldados sobrevivientes de la guerra, quienes eran pocos y concitaban la atención de los niños en su época. Don Isauro llevaba consigo la historia de Tacna.
Doña Amanda trabajaba junto a su esposo en la Imprenta Salinas, y entre sus pasiones se encontraba la poesía. Su nieto Edward Vargas Valderrama recopiló varios de sus poemas y logró editar un poemario para la familia, aunque tiene la intención de que esta colección pueda ver la luz pública.
Los poemas de doña Amanda hablan del amor a la patria, la familia y de su fe en Dios, en un lenguaje claro y tierno. Ella y don Isauro compartían una fe inquebrantable y creían con firmeza que la Navidad era la mejor época del año para renovar esa profunda convicción y compartir lo poco o mucho que tuvieran en sus mesas.
Futuro
Elizabeth Valderrama confía en que el nacimiento pueda ser reabierto al público en 2027, aunque ello aún es incierto. La vivienda de sus padres pasará por un proceso de refacción y podría tomar más de un año. El nacimiento solo dejó de abrir sus puertas al público en dos ocasiones: en 2001, por el terremoto que azotó al sur peruano, y durante la pandemia.
“Invitamos al público a disfrutar de esta última exposición y confiamos en que podamos abrir nuevamente. Se viene el cumpleaños de mi mamita, el 24 de diciembre, y ella habría estado contenta de que más personas disfruten de su hermoso nacimiento. Aquí está su legado”, concluye la hija de doña Amanda.
