Inversiones en Arequipa en riesgo por el ambiente político nacional

Aldo Aranzaens Yukimura es el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa para el periodo 2017-2018.

Rolando Vilca Begazo

¿De qué forma influye el ambiente político que vive el país en las inversiones del sector privado?
Sin duda afecta mucho y más desde el punto de vista del inversionista nacional, porque es el que vive el día a día de los problemas políticos. Sin embargo, el inversionista extranjero tiene mucha expectativa y eso, deberíamos aprovechar. Los indicadores macroeconómicos del país son muy buenos, pero algunos indicadores internos son los que nos complican y hacen que el inversionista nacional tenga mucho reparo [para invertir], y ese temor se ve reflejado en la economía y en el consumo.

El sur tenía mucha expectativa del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski. Sin embargo, a un año de gestión vemos que se ha avanzado muy poco, y los proyectos emblemáticos como el gasoducto y el aeropuerto de Chinchero se cayeron.
Posiblemente hubo una sobreexpectativa y se cometieron errores tanto de parte del Gobierno como del Parlamento nacional, que generan este enrarecimiento [político] interno.

¿Es todo el Parlamento o es solo una actitud de la bancada fujimorista para complicarle la gestión de gobierno a PPK?
En general, es la actitud de todas las bancadas de oposición y eso generó la paralización de proyectos importantes, que de alguna manera eran los que debían sostener un crecimiento importante para el país. Ahora la proyección de crecimiento se ha reducido y la última cifra lanzada por el Banco Central de Reserva (BCR) es de 2.8 %, que aún es optimista considerando los actuales problemas internos del país. Además, esta proyección está relacionada con un fuerte impulso del gasto público en lo que resta del año.

En el caso del sur, ¿cómo nos irá en cuanto al crecimiento económico?
Será similar al del país. En el último año, Arequipa creció casi el doble del promedio nacional. Somos una ciudad dependiente de la minería y ya no hay nuevos proyectos mineros, eso propiciará que el crecimiento disminuya notablemente en la región. Ahora confiamos en que salga adelante Majes II, a pesar de los inconvenientes que afronta y que se tratan a través de estas mesas de negociación.

Majes II sin populismos
¿Cree que hay algún riesgo y que Majes II se paralice?
Esperamos que las negociaciones lleguen a buen puerto y que el proyecto salga adelante, ya que es muy importante no solo por el volumen de inversión (US$ 540 millones), sino por la generación de mano de obra.

Una exigencia que se ha planteado en esta discusión es la reducción del módulo de venta de tierras de 200 hectáreas para “democratizar su beneficio”, ¿esto es factible?
Mire, se trata de un proyecto que debe ser rentable. Por eso se consideró que con módulos menores de 200 hectáreas no sería rentable para los inversionistas y las demás instituciones comprometidas. Es más, para que sea un proyecto con expectativas de exportación y se pueda convertir en un polo industrial, tienen que ser extensiones incluso más amplias, hasta de mil hectáreas. Entonces, si pretendemos, solo por un tema de populismo, disminuir el módulo de venta [de tierras], esto se convertirá en otro Majes I, que fue un fracaso donde solo tenemos miniempresarios que no son competitivos como para llegar al mercado externo.

Inversiones en riesgo
¿Qué nuevas inversiones se pueden dar en el corto o mediano plazo en Arequipa?
Lamentablemente, no habrá grandes inversiones más allá de Majes Siguas II. En el Ministerio de Agricultura hay como siete proyectos de inversión por S/ 16 millones. También hay una clínica privada que se construye con S/ 100 millones. Después de eso, la inversión fuerte será la ejecutada por los gobiernos locales y el regional, como el Sistema Integrado de Transporte (SIT), la vía Arequipa-La Joya y la culminación de la variante de Uchumayo.

¿Por qué no hay más inversiones privadas?
El entorno político hace que haya cierta desconfianza en el empresariado nacional. Esperamos que se arreglen estos problemas políticos y confío en que el 28 de julio puedan darse algunas novedades que permitan salir de este entrampamiento en el que se enfrascaron el Legislativo y el Ejecutivo, y así puedan trabajar juntos no solo para destrabar inversiones importantes, sino para generar un ambiente de atracción de inversionistas. También necesitamos saber si vamos a insistir en una real descentralización. Lo que vemos hasta ahora no es algo concreto. Por ejemplo, el Gobierno debe considerar la creación de beneficios o incentivos tributarios para que los inversionistas vayan a provincias y no se queden solo en Lima.

Es decir, ¿en lo que resta del 2017 e incluso parte del 2018 no veremos inversiones privadas importantes?
El 2017 será un poco difícil, salvo el impacto que se logre de parte de la inversión pública y ojalá que exista capacidad de gestión suficiente para su ejecución. Ahora, si vemos una reacción de parte del Ejecutivo, recién podremos ver los efectos en el 2018 con nuevas inversiones; pero si este ambiente político continúa hasta fines del 2017, obviamente en el 2018 no veremos cosas concretas a nivel de inversiones.

Tía María
Usted mencionó que Arequipa es dependiente de la minería y que no hay nuevos proyectos por ejecutar. En el caso de Tía María, ¿cree que pueda concretarse en el corto plazo?
Lo veo difícil. Hay un trabajo por hacer, tanto por parte de la empresa [Southern Perú] como del Gobierno, para lograr el acercamiento con la población y demostrarle que este proyecto es favorable y beneficioso para ellos.

Un sector de la población acepta la inversión minera, pero otro la rechaza.
En general, cuando se mezcla la parte técnica y la política en la ejecución de cualquier inversión es que ocurren muchos de estos inconvenientes. Estos temas se deben manejar por vías separadas para evitar que se politicen. Estamos a favor de un proyecto bien hecho y con aportes que debe hacer la empresa a la población, además de cumplir estrictamente las normas ambientales.

El nuevo rol de Yamila Osorio
¿La gobernadora regional, Yamila Osorio, debería intervenir para superar este entrampamiento?
Claro. Ella tiene que participar de alguna manera, y más aún en este momento cuando vemos que el Gobierno central está atravesando por problemas políticos. Se viene una época en la que la gobernadora tendrá un protagonismo importante en el desarrollo de actividades económicas en la región, ya que lo más probable, según anunció el premier Fernando Zavala, es que los gobiernos regionales reciban muchos más recursos y, además, deberán participar en el destrabe de algunos proyectos de inversión en su localidad. Solo así se pondrá en marcha la economía para lograr el crecimiento que todos esperamos.

¿La gobernadora regional y el alcalde provincial están haciendo lo necesario para atraer nuevas inversiones a Arequipa?
Ambos tienen proyectos importantes. Tenemos algunos problemas de infraestructura vial, al igual que en salud y educación. Creo que [ellos] los tienen bien identificados. Hasta donde podemos ver, el problema está en los trámites engorrosos que deben seguir ante el Gobierno nacional para acceder a los recursos que permitan la ejecución de los proyectos que tienen aprobados. Esto es parte de los cambios que el Gobierno [nacional] debe ejecutar lo más pronto posible para que la asignación de recursos a los gobiernos regionales y locales sea mucho más ágil.

Pero también hay un tema de gestión. Por ejemplo, el alcalde Alfredo Zegarra tiene como siete años en el cargo y aún no logra concretar el SIT.
No se trata de defender a ninguna de las autoridades, pero lamentablemente durante el paso del Gobierno hubo muchos cambios con el SIT que no permitieron que salga adelante. Aun así, tenemos entendido que se hará realidad y que muy pronto se iniciará el viaducto Salaverry y otros proyectos complementarios.

El Ministerio de Cultura aclaró que el viaducto Salaverry no se podrá iniciar en tanto no se pronuncie la Unesco.
A nosotros nos hicieron una presentación y nuestra preocupación era cuándo se iniciaría y qué impacto tendría en el transito que está casi colapsado. El plan que tienen nos parece adecuado; se piensa trabajar en tres turnos e instalar puentes Bailey para no afectar el tránsito regular, pero en el caso de los permisos no estoy al tanto.

En su opinión, ¿se debe cumplir con estas exigencias del Ministerio de Cultura?
Por supuesto. Arequipa es parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad y no podemos pasar por alto estas exigencias, pero también debemos pensar en el desarrollo de la ciudad. Espero que se llegue a un acuerdo entre ambas partes porque el SIT es una necesidad urgente de la ciudad.

¿De qué forma afectan al sector industrial de Arequipa los trabajos en la variante de Uchumayo?
Afectan a la productividad y eficiencia de las empresas, genera sobrecostos. Ahora trasladarse en la ciudad se ha incrementado en 50 % e incluso 100 % más del tiempo necesario. Eso sin duda no nos permite ser competitivos, no solo a nivel nacional, sino internacional para comercializar nuestros productos.

Ahora se viene una segunda etapa, ¿ustedes se reunirán con las autoridades regionales para superar los errores que ocurrieron en la primera intervención?
Estamos en una constante coordinación para expresar nuestras preocupaciones como empresariado sobre lo que pueden ocasionar estas intervenciones. El Gobierno Regional lo tiene muy claro para no repetir los errores de la primera intervención, y todo indicaría que no debe de haber ningún problema en la ejecución del segundo tramo.

Aunque hasta ahora el Municipio Provincial no les aprueba la intervención en las vías alternas, como ocurrió en el primer tramo y retrasó el inicio de las obras.
Creo que se trata de ponerse de acuerdo entre ambas autoridades. Nosotros estaremos siempre dispuestos de alguna manera para mediar entre ellos.

¿Ustedes perciben un enfrentamiento entre la gobernadora regional y el alcalde provincial?
No sé si es un enfrentamiento, puede ser que tengan ideas particulares y no tienen que estar de acuerdo en todo. Tal vez solo son prioridades que tiene cada uno. Aunque definitivamente consideramos que sí debería existir una mejor coordinación [entre ambos].

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