Pablo Rojas Huayapa
La pandemia a causa del nuevo coronavirus, provocó que, en Arequipa, dos de cada diez niños del tercer grado de primaria no puedan leer ni escribir, según un diagnóstico preliminar del Centro de Investigación Pedagógica-Corpaidos.
El investigador de esta organización, Tonny Nova, señaló que, antes de la pandemia todos los niños que ingresaban al tercer año de primaria sabían leer y escribir, pero ahora, según la evaluación realizada en una muestra de colegios (públicos y privados de Arequipa), los estudiantes evidencian serios problemas de lectoescritura.
El docente atribuye este problema a la educación virtual recibida por los estudiantes, ya que, durante estos dos años —de pandemia—, no tuvieron un acompañamiento real en el proceso de aprendizaje.
En el primer grado del nivel primario, los niños inician aprendiendo a leer y escribir; sin embargo, en los dos últimos años, los alumnos del primer y segundo grado, tuvieron una educación inusual al resto de estudiantes, por lo que hoy presentan estas limitaciones.
El director de Gestión Pedagógica de la Gerencia Regional de Educación, Wilber Gómez, señaló que, en un mes, tendrán un diagnóstico macrorregional de los efectos de la educación virtual en Arequipa.
En el último estudio realizado en 2019, cuatro de cada diez niños del cuarto año de primaria, presentaban problemas de lectoescritura, pero a causa de la pandemia, esta cifra se habría incrementado.
Las brechas se incrementan
La docente de la escuela de Educación de la Universidad Católica San Pablo, Mónica Sánchez, explicó que, este problema se acrecienta aún más en los estudiantes de colegios públicos a diferencia de los alumnos de instituciones privadas.
El estudiante de un colegio público, tiene restricciones para acceder a una laptop, celular o tableta, además de la falta de Internet en casa. Los colegios nacionales —en muchos casos—, no podían acceder a una plataforma virtual y solo utilizaban la aplicación de WhatsApp como medio de comunicación con los estudiantes.
“Varios colegios estatales no adquirieron plataformas virtuales para el dictado de clases y otro problema era que, los niños no tenían acceso a Internet en sus casas y no había forma de conectarse. La única forma de comunicación era el WhatsApp”, señaló la docente universitaria.
Además, debido a las condiciones socio-económicas de los padres de familia de los colegios públicos —que empeoró durante la pandemia—, priorizaron la generación de ingresos al hogar, dejando de lado la educación de los niños en los momentos más crudos de la pandemia.
Esto a diferencia de lo que ocurrió en un colegio privado, donde los padres de familia, tenían una mayor predisposición a acompañar a los niños durante las clases virtuales.
Problema de relacionamiento
Mónica Sánchez, también identifica otro problema de la educación virtual. Los niños han perdido la capacidad de relacionarse con otros niños y presentan problemas de conducta y estado emocional durante el retorno a clases de manera presencial.
“Los niños deben trabajar más en habilidades sociales; en pararse frente a todos sus compañeros para hablar, hacer una exposición, levantar la mano y hablar en público. Ese tipo de cosas les cuesta mucho a los niños, porque nos habíamos ocultado detrás de una cámara durante la pandemia”, señaló la especialista.
Avance lento en las aulas
En el retorno a clases de manera presencial, los docentes alertaron de estas deficiencias en los salones. El director del colegio República de Venezuela, Berardo Carrasco, indicó que, hay niños del tercer año de primaria que presentan dificultades para leer y escribir a comparación de otros estudiantes del mismo año antes de la pandemia.
Los docentes tienen que repetir en más de una oportunidad la lección del día para nivelar a todos los estudiantes en la lectoescritura. Esto genera un avance lento de los módulos programados durante el primer semestre.
Diferencias en casa
Una de las madres de familia del colegio República de Venezuela, Yessenia Bustamante, nota las diferencias entre sus hijos de 11 y 15 años, y su hijo de 8 años, que cursa el tercer año de primaria.
“Mis dos primeros hijos, aprendieron a leer y escribir sin problemas, pero el último no puede terminar una frase. Durante la pandemia, lo dejaba con mi hermana en las clases virtuales para ir a trabajar junto a mi esposo”, contó.
Ante esta situación, Yessenia decidió contratar una docente particular, para reforzar el aprendizaje de su hijo, además de fortalecer el vínculo emocional en el hogar, luego de los difíciles momentos vividos a causa de la pandemia.