¿Cuándo se acabará?

De nunca acabar. Este es el estado en que se encuentran los trabajos en la variante de Uchumayo.

Rolando Vilca Begazo

La gobernadora regional, Yamila Osorio Delgado, dejará el cargo el 31 de diciembre y las obras en la variante de Uchumayo no se culminarían.

Semanas atrás, ella misma aseguró que el 22 de ese mes entregaría el tramo II, que está ya bastante retrasado; sin embargo, acaba de admitir que “podría darse una nueva ampliación de plazo si es que la contratista lo justifica”.

A la fecha, el consorcio Uchumayo II, responsable de las obras en el tramo II, ha avanzado solo el 44 % de los trabajos iniciados en enero.

Los motivos de esta demora sobran. Desde un expediente técnico mal hecho que no identificó la existencia de la acumulación de agua (napa freática) a solo 4 metros de profundidad y que increíblemente tampoco incluyó el costo del cambio de redes de agua, desagüe, cableado eléctrico, telefónico, entre otras interferencias.

También hay que añadir la persistencia de iniciar el tramo II en enero pasado, pese a que otra intervención cercana, en el tramo III, no se culminaba por el retiro de la contratista.

Según el gerente regional de Infraestructura, Carlos Sanabria Esquiche, el tramo III ya estaría culminado. Sin embargo, aclaró que el Gobierno regional decidió incluir un “adicional” para intervenir en 50 metros lineales y que correspondía al tramo II, para ejecutarlo por administración directa y contribuir con ello en agilizar estas obras. “Este nuevo tramo debe estar listo en 45 días”, declaró.

Deficiencias técnicas

En opinión de Jacinto Rosas, presidente de la Comisión de Fiscalización del Consejo Regional, los retrasos en estas obras se deben a las limitaciones técnicas del Gobierno regional. Y como consecuencia de ello, hasta el momento, se aprobaron tres adendas adicionales por casi 9 millones de soles (S/ 8 993 647.99) y se tienen tres solicitudes de ampliación de plazo pendientes de resolución. El presupuesto inicial de este proyecto era de S/ 119 862 067.56, y ahora bordea los 128 millones de soles.

Ante estas deficiencias, Rosas duda de que la gobernadora regional, Yamila Osorio, entregue estas obras ya culminadas antes de dejar el cargo. “Tendría confianza en el cumplimiento de su anuncio, pero por la experiencia que se tiene en los dos últimos años, no hay obra que se haya entregado dentro del plazo previsto ni con el presupuesto aprobado inicialmente”, señaló.

Afectación de Arequipa

Los retrasos en los trabajos de la principal vía de ingreso a la ciudad no solo afectan a las personas que viven en los alrededores o a los negocios que se vieron obligados a cerrar sus puertas por estos meses, sino que también comprometen el futuro de Arequipa.

A la congestión vehicular que se extiende a varios distritos como consecuencia del cierre de vías en esta zona se debe añadir el perjuicio económico en los sectores comercial e industrial y en la imagen como ciudad para atraer nuevas inversiones.

Jorge García La Rosa, gerente de la Asociación de Empresas del Parque Industrial de Arequipa (Adepia), aclaró que la lentitud en la ejecución de las obras de la variante de Uchumayo “contribuye a convertir a Arequipa en una zona no elegible para la instalación de nuevas industrias”.

Agregó que en estas condiciones no se puede atraer nuevas inversiones, tampoco se crean nuevos empleos y se pierde la oportunidad de generar nuevas fuentes de recaudación de impuestos.

Además, García La Rosa se mostró preocupado por el futuro del tramo II en manos de la nueva autoridad regional. Recordemos que Javier Ísmodes, candidato de Arequipa Transformación, propuso declarar la nulidad del contrato suscrito con el consorcio Uchumayo II, a cargo del proyecto, para así culminar la obra por administración directa.

Este hecho, para Jorge García, generará un litigio judicial que podría ser perjudicial para la ciudad.

Gestión en cuestión

Otro aspecto cuestionado por Jacinto Rosas, presidente de la Comisión de Fiscalización del Consejo Regional, es que en los dos últimos años de la gestión de Yamila Osorio, en ninguna de las obras se habrían cumplido los plazos previstos o los montos adjudicados según el expediente técnico.

En el 2017, el Gobierno regional ejecutó 56 obras, 40 de ellas eran por administración directa y 16, a través de una contratista. En el 2018, tiene 25 obras por administración directa y otras 7 por contrata. En todas ellas, “sin excepción”, según Jacinto Rosas, se incluyeron “adicionales por ampliaciones de plazo”.

Esto es consecuencia, de acuerdo a Rosas, de las limitaciones técnicas del Gobierno regional. “No hubo una evaluación adecuada de las empresas que se adjudicaron las obras, y tampoco para la calificación y la contratación de los supervisores”, precisó.

Incluso, señaló que en algunos proyectos el monto invertido superó largamente el 10 % adicional permitido por la normativa legal.

Rosas también evidenció que la mayoría de los profesionales técnicos que laboran en las gerencias de obras y supervisión de proyectos de la gestión de Osorio provienen de la región Moquegua y trabajaron junto con Martín Vizcarra años atrás.

Otro hecho que cuestiona la capacidad técnica de estos funcionarios es que en la vía Arequipa – La Joya, increíblemente, no se incluyó el costo del recojo de tierra y escombros que se acumularían por la ejecución de la obra, y como consecuencia se tuvo que aprobar una ampliación presupuestal de 2.5 millones de soles. “Se olvidaron de incluir el costo del acarreo del material excedente. Eso es inadmisible”, concluyó Rosas.


Compensaciones 

– El Gobierno regional pagó una indemnización de 4 millones de soles a 11 negocios que dejaron de funcionar por la ejecución del tramo III en la variante de Uchumayo.

– El último 23 de octubre, el Gobierno regional autorizó un nuevo pago de S/ 843 631.00  para compensar a los comerciantes y las empresas afectadas por los trabajos del tramo II en la variante de Uchumayo.

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