Contaminación del aire cae a sus niveles más bajos en más de 30 años

Disminución obedece a las restricciones en el transporte por el estado de emergencia

Arequipa registra calidad de aire no percibida en mucho tiempo.

Según la Dirección General de Salud Ambiental, las emisiones de gases contaminantes se redujeron hasta 60%.

Kelly Castillo Mamani

En medio de la pandemia por el COVID-19 (coronavirus) surge una buena noticia en materia ambiental para Arequipa. La contaminación del aire en la ciudad alcanzó sus niveles más bajos en más de 30 años debido a las restricciones en el transporte y movilidad como consecuencia del estado de emergencia sanitaria en el país.

Arequipa ha sido considerada una de las ciudades con mayor contaminación atmosférica del Perú, con promedios de entre 80 y 90 μg/m3 (microgramos por metro cúbico) de material particulado PM10 (partículas finas con diámetros inferiores a 10 micras) y con picos que llegaban incluso a 150 μg/m3 en las avenidas más congestionadas como Goyeneche o Ejército, entre otras. En tanto que el valor máximo permisible es de 100 μg/m3.

Sin embargo, en este contexto de cuarentena ahora los valores oscilan entre 30 y 40 μg/m3 de material particulado PM 10, según revela el monitoreo de calidad de aire de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) de la Gerencia Regional de Salud.

En cuanto al material particulado PM 2.5 (partículas más finas con diámetros inferiores a 2.5 micras) también se registró un descenso. De 65 μg/m3 bajó a valores de entre 35 y 38 μg/m3 e incluso cayó hasta 20 μg/m3, es decir una reducción de casi 60% y 50% respectivamente.

Las restricciones del transporte provocaron efectos positivos en el ambiente y la salud de los arequipeños.

Hace 30 años

“Este es un caso inusual que ocurre después de muchísimo tiempo, al menos unos 30 años. No tengo referencia cercana de haber tenido esta calidad de aire tan óptima”, refirió Zacarías Madariaga Coaquira, director ejecutivo de Salud Ambiental.

El especialista precisó que la disminución de emisiones obedece a la restricción del transporte por el estado de emergencia, declarado para prevenir la propagación del coronavirus. Se redujo la circulación del transporte urbano y se prohibió el uso de vehículos particulares, que son los principales aportantes (80%) de los gases contaminantes. Además otras industrias como las ladrillerías, saunas, etc., dejaron de operar.

“Es un excelente dato porque la ciudad tiene un aire limpio después de muchos años. Recordemos que en 1995 el gobierno de (Alberto) Fujimori permitió la importación de vehículos de segundo uso y se complicó todo. Antes hubo contaminación, pero no tan elevada. Este es el lado positivo de lo que está ocurriendo”, manifestó Madariaga.

Ni las huelgas o paralizaciones prolongadas tuvieron estos efectos en el ambiente porque en ellas solo se detiene el transporte público pero no el privado y además en horas de la noche la movilidad prácticamente se restablecía. “Con las paralizaciones la disminución de las emisiones alcanza el 30% y se da de manera progresiva, pero ahora ha sido de golpe, muy rápida”, sostuvo. 

Contaminación auditiva

Pero eso no es todo, también se registró una disminución en la presión sonora. El ruido bajó de 80 dB (decibeles) a valores que oscilen entre 50 y 60 dB. Esto también debido a la paralización del parque automotor y de ciertas actividades comerciales, entre otros factores (los decibeles son la unidad de medida del sonido).

Madariaga precisó que aunque 15 días no es un tiempo significativo, se espera que haya una disminución en los procesos respiratorios vinculados a la calidad de aire, como la rinitis, la faringitis o el asma. 

“Este caso queda como una experiencia. Si se toman medidas similares por lo menos una vez al mes o a la semana es posible mejorar la calidad de vida de la ciudad, pero debe ser un compromiso de todos”, concluyó luego de asegurar que “ahora, sí podemos respirar hondo”.

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