Downhill, una aventura sobre dos ruedas

Descenso extremo gana más adeptos en los cerros de Mollebaya

Textos y fotos: Heiner Aparicio Ojeda.

 

Desde lo alto de un cerro en Mollebaya, empieza el descenso extremo por un sendero complicado.

 

Deivi Alvites, desafía la gravedad con saltos acrobáticos para recorrer el circuito.

 

Para llegar al punto de partida, todos llevan en hombros sus bicicletas.

 

Son más de un centenar de jóvenes apasionados en esta singular práctica deportiva.

 

La pandemia ayudó a algunos ciclistas a mejorar sus técnicas pues tuvieron tiempo libre para practicar.

 

Muchos de estos aficionados, invierten gran cantidad de dinero para tener una bicicleta adecuada.

 

Por su técnica y destreza, Deivi es la gran atracción durante el recorrido de este improvisado circuito.

 

Poco a poco incrementó el número de amantes de este deporte. Una vez que prueban el circuito, regresan todos los fines de semana.

 

Un saltador de madera, reta a los más expertos en downhill y solo algunos aceptan este desafío de más de 15 metros de alto.

 

Las caídas no son ajenas a este deporte extremo, por eso es necesario que cada deportista, cuente con los elementos de protección y seguridad.

 

El control de la velocidad y la destreza en el manejo de la bicicleta, son fundamentales para destacar en este tipo de competencias.
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