Tablas de mortalidad abren nuevo frente de controversia contra AFPs

Las nuevas tablas de mortalidad que modificarán el cálculo de las pensiones de los jubilados inscritos en el Sistema Privado de Pensiones (SPP) a partir del 2016 abrieron un nuevo frente de discusión y controversia en contra de las AFPs.

El pasado 30 de octubre la Superintendencia de Banca Seguros y AFP (SBS) prepublicó las nuevas tablas de mortalidad que entrarán en vigencia a partir de enero del 2016. De acuerdo al estudio elaborado por la firma Deloitte de España, la esperanza de vida se incrementó de 84 a 87 años en los varones y de 87 a 90 años en las mujeres.

Estas estimaciones, co-mo explica el diario especializado en economía y negocios Gestión, “se aplican solo en las personas que actualmente forman parte del Sistema Privado de Pensiones (SPP), y no en toda la población peruana”. Sin embargo no fueron pocos, entre analistas y economistas, quienes salieron a cuestionar la veracidad de este documento al sostener que el último reporte de Estadística Sanitaria Mundial 2015 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ubica la esperanza de vida promedio de los peruanos en 79 años para mujeres y 76 en varones.

“Las mujeres de 90 y los hombres de 87 son una completa minoría. Cuestiono la solidez de esas cifras pues me parece muy difícil. No se puede decir que (esas edades) es la esperanza promedio”, declaró el economista Jorge González Izquierdo a Gestión, luego de demandar la publicación del estudio de Deloitte a fin de conocer la metodología seguida.

En tanto que desde la SBS, señalaron que resultaba necesario “actualizar las tablas de mortalidad para reflejar los cambios en la esperanza de vida y longevidad de la población afiliada al SPP”. Con ello, se podría garantizar el pleno cumplimiento del pago de las pensiones correspondientes, tanto en las modalidades de rentas vitalicias (familiares o diferidas), como de retiro programado.

Impacto

De validarse estas tablas de mortalidad —una vez que se reciban los comentarios de personas naturales o diferentes instituciones durante 30 días—, el efecto inmediato será la disminución en el monto de las pensiones. Esto debido a que el mismo dinero ahorrado, de manera obligatoria, será entregado en un mayor tiempo, porque ahora los peruanos vivimos más años.

Para el economista Kurt Burneo, las futuras pensiones de los afiliados a las AFPs, se reducirían entre 3% y 5%, dependiendo de cada aportante. En tanto que Javier Olivera, especialista de Luxemburg Institute of Socio-Economic Research (LISER), también citado por Gestión, estima que “el monto de las pensiones pueden bajar en 11% para hombres y en 7% para mujeres, desde 2016”.

Posterguen aplicación

Ante toda la discusión y preocupación que se generó por las nuevas tablas de mortalidad, las Administradores de Fondos de Pensiones (AFP) se mostraron a favor de postergar su entrada en vigencia. El gerente general de Prima AFP, Renzo Ricci, explicó que están dispuestos a “esperar un poco” para que el lanzamiento de las tablas, programado para enero del 2016, se produzca junto a alternativas que mitiguen el impacto negativo en las pensiones.

Por su parte el presidente de la Asociación de AFPs, Luis Valdivieso sugirió: impulsar el ahorro a través de los aportes voluntarios al SPP, elevar la edad de jubilación o subir la tasa de aporte, que actualmente es de 10% de la remuneración.

BCR no entiende tablas

El mismo presidente del Banco Central de Reserva (BCR) Julio Velarde se mostró extrañado por estas nuevas tablas de mortalidad y pidió una explicación de parte de la SBS a fin de aclarar su veracidad.

“Lo que digo es que una tabla de mortalidad es más una cosa técnica. Lo que comenté en un principio es que yo mismo no entiendo bien esa tabla de mortalidad, puede haber algún sesgo, pero lo tiene que explicar la SBS”, afirmó Velarde a diarios capitalinos.
En opinión del funcionario, las cifras que han salido sobre la esperanza de vida luego de los 65 años, edad de jubilación en Perú, son más altas que las de países desarrollados.

Advirtió además que las personas que “entraron a pensiones privadas cuando les faltaba cuatro o cinco años para jubilarse era gente con ingresos muy altos que calculaban que con los años que les faltaba de aportación ganaba más que con la ONP”. “Entonces puede haber un sesgo allí muy fuerte en cuanto a esperanza de vida que tendría que conocerse”, detalló.

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