¿Qué retrasa la masificación de la electromovilidad en el país?

El costo por el uso de energía se puede reducir en 80 % en un automóvil, pero falta regulación e incentivos tributarios para adquirir más vehículos eléctricos. En Arequipa existen tres electrolineras que abastecen de forma gratuita a 42 usuarios.

El Gobierno nacional puede impulsar la electromovilidad en el país con la aplicación de incentivos tributarios.

Deysi Pari

Un automóvil eléctrico consume solo una quinta parte de la energía de un vehículo a combustión, en términos económicos. “Es decir, si tú llenas tu tanque con 100 soles de petróleo, con 20 soles de electricidad también llenarías tu tanque”, sostiene el gerente general de la Sociedad Eléctrica del Sur Oeste (Seal) de Arequipa, Markpool De Taboada Quenaya.

Las motocicletas eléctricas más vendidas o usadas en Arequipa tienen una autonomía promedio que oscila entre los 50 y 100 kilómetros (km) por carga. Mientras que los autos eléctricos alcanzan entre 200 a 300 km. Varía mucho de acuerdo a la marca y el uso que tenga, explica el docente del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), José Chávez Salinas.

Por eso, en Arequipa existe un creciente interés en la electromovilidad, impulsado por sus beneficios económicos a largo plazo y su impacto positivo en la reducción de emisiones de CO2. Sin embargo, falta una normativa que establezca una tarifa específica para las electrolineras, que son las estaciones de carga para los vehículos eléctricos.

“Tenemos un problema con la regulación. No tenemos forma de cobrar este consumo cuando los usuarios van a cargar sus carros”, señala José Ibárcena, gerente técnico y de proyectos de la Seal.

El uso de vehículos eléctricos ayudaría a reducir los altos niveles de contaminación que soporta Arequipa.

Electrolineras brindan el servicio gratis

Desde 2023, la compañía de electricidad instaló tres estaciones de carga (electrolineras) en tres centros comerciales: el Mall Plaza (av. Ejército), Mall Aventura (Porongoche) y Paseo Central (Cercado), que atienden a una base frecuente de 42 usuarios registrados. Sin embargo, hay un detalle crucial: el servicio es completamente gratuito. Se brinda gracias a un convenio con los referidos centros comerciales.

Como empresa estatal regulada, Seal no puede cobrar por un servicio que no tiene una tarifa específica aprobada por organismos como Osinergmin o el Ministerio de Energía y Minas. “No podemos cobrar una cantidad que nos imaginemos. Todo lo que nosotros hacemos acá es bajo regulación”, advierte el gerente Markpool De Taboada.

Este modelo funciona mientras el número de vehículos eléctricos atendidos sea bajo y el costo no resulte representativo. No obstante, si se masificara su uso, el convenio no sería sostenible porque alguien tendría que asumir el costo del uso de la energía.

El funcionario explica que este estancamiento regulatorio contrasta demasiado con lo que ocurre en otros países de la región. Chile, Colombia y Uruguay ya tienen legislaciones avanzadas que no solo regulan las tarifas, sino que también ofrecen importantes incentivos para la importación de vehículos eléctricos.

En Arequipa, mientras tanto, quienes usan los vehículos eléctricos cargan las unidades en sus domicilios.

La conclusión del sector es unánime, dice el gerente técnico José Ibárcena: si bien hay iniciativas privadas y un esfuerzo loable de promoción, el verdadero despegue de la electromovilidad dependerá de que el Gobierno nacional “se ponga las pilas” y materialice una regulación.

EL DATO

Los funcionarios de Seal también aclararon que otro de los retos para lograr la masificación de la electromovilidad es asegurar el suministro de energía eléctrica para cubrir la demanda creciente.

¿Qué tan accesibles son los vehículos eléctricos?

El docente José Chávez Salinas señala que económicamente hablando, adquirir un vehículo eléctrico aún no es tan accesible como comprar uno a combustión. Aunque, por ahora, están bajando de precio, especialmente las motos y motonetas eléctricas.

“Probablemente el precio se estabilice dentro de poco por encima del costo de sus equivalentes a combustión, ya que el limitante es la tecnología de baterías, la cual también está llegando a un límite”, sostuvo.

Tal como advirtieron los funcionarios de Seal, Chávez también expresó que, hasta el momento, no existen subvenciones ni exoneraciones, salvo el arancel de importación del 0 % para las unidades eléctricas. Todos los demás impuestos son iguales que para el resto de vehículos motorizados. Existen varios proyectos legislativos que buscan corregir esta situación, pero siguen sin aprobarse.

La electromovilidad también impactaría en la sostenibilidad del transporte público de Arequipa.

Costos de operación y mantenimiento

El profesor Chávez explica que, en términos del consumo diario, los vehículos eléctricos son muy competitivos respecto a los de combustión. Aunque advierte que se debe tener cuidado al considerar en el cálculo el costo de reposición de la batería, que varía mucho de caso en caso.

“En el mejor de los casos se debe cambiar cada tres años y su costo de reposición es alto. En general, haciendo el cálculo, en el largo plazo sigue siendo una buena opción económica si se compara con los vehículos a combustión”, remarca el docente.

Sin embargo, también hace hincapié en que los costos varían en función de la calidad de los vehículos.

Por otro lado, están los desafíos técnicos que enfrentan los talleres automotrices en Arequipa para dar mantenimiento a estas unidades. Al respecto, el docente señala que

la variedad de marcas que ingresan al mercado, la tecnología de baterías y la ausencia de técnicos especializados son retos que deben abordarse en el corto y mediano plazo. Sin embargo, también aclara que la tecnología eléctrica es mucho más sencilla que su equivalente a combustión. “Es por eso que en el caso de las motos eléctricas casi no hay dificultades técnicas, salvo por la tecnología de baterías”, refiere.

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