Redacción
La economía familiar en el país sigue en franco deterioro. Según el diario especializado en economía y negocios Gestión, que toma como fuente un reporte de Scotiabank, “el endeudamiento de la población peruana a evolucionado a un nivel ‘nunca antes visto’”.
El vicepresidente sénior y director de riesgos de Scotiabank Perú, Juan Malagón, detalló que antes de la pandemia la cuota de los créditos de las personas representaba el 24 % de sus ingresos, y ahora escaló a 32 %, con un incremento significativo de su deuda.
Esta situación se contrasta con el reporte de Credicorp que advierte que las instituciones prestamistas no bancarias o microfinancieras, afrontan la morosidad más alta en 16 años.
La elevada carga de deudas que soportan las familias repercute en una mayor probabilidad de incumplimiento de pago de los créditos, lo cual a su vez se traslada a una mayor morosidad en el sistema financiero, explica al referido medio de comunicación.
Consecuencias
Este alto endeudamiento de la población y el deterioro de la cartera de préstamos del sistema financiero, se traslada a la elegibilidad de sujetos de créditos en el país. Es decir, a este ritmo, se reducirá la población que podrá acceder a futuros créditos.
Todo habría iniciado con la proyección —equivocada ahora— de las instituciones financieras sobre una pronta recuperación económica tras la pandemia, que no se concretó debido a los problemas que afrontó el país.
Las entidades financieras creyeron que la economía peruana se dinamizaría y por ello impulsaron su política de créditos a pymes y a través de tarjetas y préstamos personales, sin mayores garantías, y ahora se pagan las consecuencias.
Esta situación también obligó a que los cuatro mayores bancos del país, asuman “mayores provisiones” voluntarias ante el riesgo de que los créditos se conviertan en incobrables.
EL DATO
Los préstamos que muestran mayor deterioro son los que corresponden a las medianas empresas, mypes y los destinados a consumo.