Arequipa: pensando en el crecimiento con desarrollo

Pese a todo, Arequipa tiene muchas posibilidades de recuperar el paso si es que se concretan las inversiones que están pendientes.

Germán Chávez Contreras
Economista – Rector de la UCSP

Después de doce años de crecimiento continuado, el país ha pasado a un proceso de desaceleración de la economía ocasionado por una menor demanda de los metales a nivel mundial y una menor cotización de los mismos, afectándonos directamente. Uno de los motores de la economía nacional se estaba deteniendo.

Solo era cuestión de tiempo para que el otro motor, la inversión privada, también entrara en un proceso de ralentización que llegó en su conjunto a afectar seriamente las tasas de crecimiento del producto bruto interno (PBI) del país, pasando de 8.5 % y 9.1 % de crecimiento en el 2007 y el 2008 a tasas del orden del 2.4 % y 3.3 % en el 2014 y el 2015.

Impacto

Arequipa, por ser una región con una economía que depende mucho de la explotación y exportaciones mineras, no pudo mantenerse ajena ante el impacto de los hechos económicos mundiales. Desde el año 2014, pasó a crecer a tasas por debajo del promedio nacional (el 2014 Arequipa creció al 0.8 %), quedando literalmente sin los recursos que le permitan mejorar las condiciones de vida de las personas.

Es así que a pesar de que Arequipa es una de las regiones con mejores indicadores sociales, aún tenemos al 41.4 % de la población económicamente activa ocupada (PEAO), cuanto más, con educación secundaria completa. Esto concuerda con que el 70 % del empleo y casi el 65 % de la actividad productiva están en la informalidad.

Asimismo, la desnutrición crónica promedio de menores de 5 años es de 7.5 % (2015), aunque en los distritos más alejados es superior al 70 %; y la mortalidad infantil promedio en menores de un año es de 14 % (2014). Por otro lado, la pobreza promedio está en 19.6 % (2013) y la extrema pobreza en 3.8 %, valores que son mejores que los de otras regiones, pero que expresan la necesidad de seguir trabajando para reducirlos aún más. La baja conectividad dentro de la región y entre regiones, y el tráfico caótico en la ciudad de Arequipa se suman a la lista de problemas que exigen solución.

Posibilidades

En el análisis positivo tenemos que Arequipa como región presenta un conjunto de potencialidades que podrían hacer de ella un claro polo de desarrollo. Con su millón trescientos mil habitantes, es la tercera región más competitiva del país (después de Lima y Callao). Por otro lado, Arequipa, como ciudad, fue ubicada en el puesto 30 entre las mejores ciudades latinoamericanas para hacer negocios (América Economía, 2014).

Las actividades productivas no tradicionales más importantes están en el sector textil, comercio, servicios, energía y construcción. El turismo juega un rol importante, pues ha mejorado sustancialmente en los últimos años: su infraestructura hotelera, restaurantes, y atractivos turísticos hacen de nuestra ciudad una excelente opción para el turismo nacional y receptivo.

Proyectos mineros como Tía María, Zafranal, Cerro Verde, June Fiel Group y Pampa Pongo serán un probable motor para el crecimiento futuro de la región (inversión aproximada de 10 mil millones de dólares). En el sector agropecuario y energético, está el proyecto Majes Siguas II con una inversión aproximada de 600 millones de dólares y una mayor frontera agrícola de 38 mil hectáreas, la generación de 600 MB de hidro-energía y la creación de más de cien mil puestos de trabajo directos e indirectos.

Pendientes

Otros proyectos en diferentes sectores podrían completar el esquema de una región con potencialidades y posibilidades para superar el aletargamiento de la economía. Estos proyectos son la conclusión de la autopista Arequipa–La Joya, la ampliación del puerto de Matarani, el gaseoducto sur andino (inversión de 7 mil millones de dólares), el nodo energético del sur (800 millones de dólares) y la central hidroeléctrica de Molloco (750 millones de dólares).

En obras más localizadas en la ciudad de Arequipa, tenemos el nuevo hospital Goyeneche con una inversión de 360 millones de soles, la ampliación del Instituto de Enfermedades Neoplásicas IREN SUR por 300 millones de soles, el parque industrial Yura con otros 300 millones de soles, inversión en el Sistema Integrado de Transporte (400 millones de soles aproximadamente), entre otras.

Arequipa es una región con gran potencial de crecimiento que, bien gestionado, puede lograr el esperado desarrollo integral y solidario, como tantas veces lo sugirió San Juan Pablo II; modelo de desarrollo que se fundamenta en un franco proceso de humanización de la sociedad en la preocupación permanente de hacerla más justa, solidaria y reconciliada.

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