“El Deber”, un diario que nunca pasará al olvido

Geraldine Canasas Gutiérrez

A fines del mes de octubre la Universidad Católica San Pablo hizo un reconocimiento a las instituciones cooperantes en la recopilación de material para la posterior digitalización del diario “El Deber”.

Tanto la Municipalidad Provincial de Arequipa como el Seminario Arquidiocesano San Jerónimo, recibieron no solo un presente por parte de la casa de estudios sino también una copia de toda la digitalización del diario —realizada por un equipo de la UCSP— en un disco interno de aproximadamente 8 terabytes.

Diario histórico

El Deber fue fundado el 3 de octubre de 1890 por Mons. José María Carpenter Aponte y un grupo de laicos pertenecientes a la orden de San José (hermandad creada por Carpenter en 1889). Ubicado en una casona en la esquina de las calles Santa Marta con Jerusalén, publicó su primera edición el 31 de octubre del mismo año.

El llamado “Decano de la Prensa del Sur” poco a poco fue ganando un espacio importante entre los diarios locales con los que competía. Su férrea defensa a los principios de la Iglesia lo convirtió en el vocero del catolicismo arequipeño y a la vez en el medio escrito más atacado por la prensa anticlerical.

“La Voz del Pueblo”, por ejemplo, describe a “El Deber” como “un diario infame”, lo mismo “El Zurriago” que lo califica como una “madriguera de lobos rapaces e insectos ponzoñosos que se cubren con la piel de corderos inmaculados, siendo chacales voraces y sanguinarios”. Este tipo de afrentas públicas, sin embargo, nunca fueron suficiente motivo para que el vespertino católico dejara de defender a la Iglesia desde sus páginas.

Los protestantes

En el mismo año de su fundación el diario se enfrentó al protestantismo que por entonces pretendía ingresar a nuestra ciudad de la mano de Francisco G. Penzotti, un italiano radicado en nuestro país, que era fundador y pastor de la primera Iglesia Metodista Episcopal del Perú.

La intención de Penzotti era fundar la iglesia Metodista en varias ciudades del interior. Pero una vez llegado a Arequipa se encontró con la oposición de los católicos impulsada desde las páginas de ”El Deber”. La influencia del diario en los católicos de la época era tal que estos terminaron impidiendo a Penzotti continuar con su prédica y con la intención de abrir sedes en la ciudad. Incluso el pastor fue encarcelado y un año después, ya libre, dejó Arequipa. Cinco años más tarde abandonó el Perú definitivamente.

Pero el debate de ideas y las campañas apologéticas no eran lo único que las páginas de este diario trasmitían. El Deber también dio cuenta de sucesos históricos y acontecimientos de connotación política, realizó entrevistas a personajes ilustres, difundió opiniones de pensadores católicos, ofreció comentarios de noticias internacionales, elaboró notas de economía, avisos judiciales, festividades locales y otros temas de interés público, que lo convirtieron en medio reconocido por su calidad editorial.

En las páginas de El Deber se puede encontrar también vasta información sobre los sucesos ocurridos tras el terremoto que devastó Arequipa en 1958. El diario informó no solo de las repercusiones del movimiento sísmico y cómo se atendió la emergencia, sino que mostró consecutivamente fotos que retratan el proceso de reconstrucción de la ciudad.

La tarde del 30 de septiembre de 1962 un pequeño aviso apareció en la parte superior de la primera página del diario: “Por razones económicas insuperables, El Deber dejará de ser publicado a partir del lunes primero de octubre. Agradecemos al comercio, a la industria, a todos nuestros suscriptores y lectores, la confianza que nos han dispensado, permitiendo el sostenimiento de esta hoja periodística por más de setenta años”.

Así terminó la emisión del vespertino del pueblo arequipeño, sin pensar que años más tarde todo aquello plasmado en sus hojas, sería punto de referencia para estudios sociológicos, históricos y demás.


El proceso de digitalización 

A fines del año 2014, el historiador Fernando Valle Rondón, director del Centro de Estudios Peruanos de la Universidad Católica San Pablo, junto a un equipo de egresados de la carrera de historia, empezaron la titánica labor de digitalizar los textos de este diario. El trabajo concluyó a mediados de este año con un total de 115 mil hojas digitalizadas.

Para poder realizar este trabajo y tomando en cuenta el mal estado del material, la corrosión de la tinta por el paso del tiempo y otros factores, se utilizó un escáner especial, único en el sur del Perú y que fue otorgado por la Biblioteca Británica de Inglaterra a la UCSP. La digitalización permitirá perpetuar toda la información en torno a la sociedad arequipeña del año 1890 a 1962.

Salir de la versión móvil