Juan Carlos Eguren
Excongresista
El primer mensaje a la nación del flamante presidente Martín Vizcarra se enfocó en conceptos en los que nadie podría discrepar: lucha contra la corrupción, respeto a la institucionalidad, prioridad de la educación, etc. Lo que sí fue novedoso, y que no ha tenido suficiente atención, es la propuesta de un pacto social que, a mi modesto entender, debería considerar cinco temas críticos:
1) Desjudicializar la política, dejar al Ministerio Público y al Poder Judicial hacer su tarea con autonomía e independencia, y con el compromiso de respetar sus decisiones.
2) Restablecer el diálogo constructivo y sinérgico entre el Ejecutivo y el Legislativo, en un marco de respeto, prudencia y tolerancia.
3) Delegación de facultades legislativas con mandato de verdadera simplificación administrativa, flexibilización laboral, formalización, ampliación de la base tributaria, reducción de exoneraciones e inafectaciones tributarias y dureza ante la evasión y la elusión tributaria.
4) Shock de inversiones públicas y privadas que relancen el crecimiento, la generación de empleo y la recaudación, con el fin de cerrar las brechas fiscales y de infraestructura.
5) La verdadera agenda pendiente del Congreso, impopular pero indispensable, es la reforma política: financiamiento público de los partidos y las campañas políticas; democracia interna en los partidos con fiscalización obligatoria de la ONPE y la Contraloría; eliminación del voto preferencial; reposición del Senado y procedimiento célere de suspensión y destitución de congresistas ante conductas inapropiadas y delitos.
Con un pacto serio y comprometido, el Perú recuperaría rápidamente la estabilidad política, económica y social que nos permitiría mirar con fe y optimismo el futuro que merecemos. ¡Sí se puede!