Maestros resilientes

Mónica Sánchez
Educadora

La emergencia sanitaria puso a prueba a los docentes. De un día para otro se vieron enfrentados a una situación atípica para el desarrollo de sus clases. Olvidaron el plumón y la pizarra, y se familiarizaron con la computadora y la sesión sincrónica. Muchos lograron salir airosos del cambio pero otros no. ¿Qué hay de aquellos maestros que  hasta la fecha no logran adaptarse a la nueva modalidad de enseñanza? ¿Cómo ayudarlos?

Surgen muchas respuestas para esta interrogante. Pero hay que ser justos en el intento de clarificar la situación del profesor que sucumbe ante el cambio y la dificultad. Analizar el tema desde la resiliencia tal vez nos ofrezca algunas luces.

La disciplina positiva señala a esta como la capacidad de superar cualquier adversidad, adaptarse positivamente a ella y salir reforzado de la misma. 

Es importante rescatar que cada maestro carga experiencias personales diversas que, sin saberlo, pueden servirles de impulso para comenzar a salir adelante ante la dificultad. Desde esa base, hoy más que nunca es necesario reforzar las habilidades sociales de los profesores que estén atravesando complicaciones para superar los desafíos que plantea la tecnología y la enseñanza a distancia. 

Respeto, búsqueda del bien común, resolución de problemas, deseo de aceptar nuevas responsabilidades, autodescubrimiento y autonomía, son todas cosas positivas que pueden fortalecerlos en esa capacidad de hacer frente a situaciones inusuales y ser resilientes. 

También, cómo no, reforzar la buena autoestima y aceptación de sí mismos para no dejarse agobiar por los problemas y centrarse en las soluciones o en manejar la frustración y ver los errores como una oportunidad de aprendizaje. 

Trabajar en todo esto puede significar una gran diferencia entre un profesor que sale airoso de los problemas y otro que no. 

Esto nos lleva a pedir que dentro de mallas curriculares para la preparación de los futuros maestros se incluya programas de trabajo resiliente para fortalecerlos y empoderarlos. Los maestros son uno de los más grandes motores de la sociedad y por ende tienen que estar preparados para cualquier adversidad. Crecer en esto los impulsará a ser ejemplo de vivencias positivas a sus estudiantes. Recordemos que cuanto más temprano se trabaje este tema con los niños, estarán preparando mejor para la vida.

La resiliencia es una capacidad que puede despertar ante las situaciones más adversas.  Nunca es tarde para trabajar en ella. 

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