La kilométrica cola del caso Chinchero

Renato Sumaria del Campo 
Director del Quincenario Encuentro 

La cola que ha traído el caso Chinchero, específicamente en el tema referido al audio entre el contralor Edgar Alarcón y el ministro de Economía Alfredo Thorne, es kilométrica. Cortarla requiere de una precisión de cirugía, pero en el oficialismo no tienen personal capacitado para hacerlo: algunos son tembleques y otros son matones sin muñeca política.

Mire, sino: mientras Mercedes Araoz pedía tibiamente un acercamiento con Keiko Fujimori, desde el mismo ‘ppkausismo’ Guido Lombardi llamaba ‘ganapanes’ a los fujimoristas. Todo en menos de 24 horas y en el contexto de una cuestión de confianza planteada al parlamento por el mismo Thorne durante su interpelación, y ratificada a través de una carta publicada el pasado lunes 19 de junio.

El recurso del titular de Economía no debería de sorprender ni generar mayores crispaciones (las cuestiones de confianza están presentes en la política nacional desde 1963); pero es tan limitada la comprensión política del oficialismo, que sus aguas se mueven apenas sienten un movimiento que consideran extraño: el mismo Lombardi ha sugerido, por ejemplo, que la cuestión de confianza debería de ser planteada por el propio presidente Kuczynski para poder forzar un nuevo gabinete “donde también esté presente Thorne” y de esta manera “responderles a los matones que controlan el Congreso”. Así es poco o nada lo que se puede avanzar.

Y, entonces, hoy estamos al borde de decisiones radicales, lo que no estaría tan mal para una gestión dubitativa y errática, por no decir torpe y autodestructiva. O el Gobierno asume con madurez y sin victimización sus carencias, y aboga por una alianza seria e inteligente con alguna fuerza política que le garantice estabilidad, o se hipoteca a la quijotesca agenda de in-tentar sobrevivir cuatro años con el consecuente riesgo de cortar el ciclo democrático en el país adelantando las elecciones.

En el camino de una posible alianza, tiene dos alternativas: o es con el fujimorismo o es a través de la construcción de acuerdos específicos con bancadas pequeñas pero mejor entrenadas en las lides parlamentarias (no sé qué esperan para tender puentes con el Apra o Acción Popular, por ejemplo).

Si el tema es seguir adelante ‘como sea’, entonces las encuestadoras pueden comenzar sus sondeos electorales: Si las elecciones presidenciales fuesen mañana —y efectivamente puede que sean mañana— ¿por quién votaría usted? Keiko se frota las manos.

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