La ideología de género sí existe

Renato Sumaria Del Campo
Director del quincenario Encuentro

La ideología de género sí existe y se hace presente, al menos en el Perú, en textos como el nuevo Currículo Nacional que el Ministerio de Educación (Minedu) ha difundido con especial cariño. Ello le ha merecido a la entidad el aplauso de la ‘progresía’ nacional. Y también, como es comprensible, el repudio de miles de padres de familia.

Quienes ejercen defensa sobre el texto de marras, aseguran que se trata de un inocente resumen que no incluye lecciones ideológicas tanto como de igualdad e identidad de género. Y yo no sé cómo hacen para cargar tanto cinismo en la cara.

Vamos por partes. Para la ideología de género la igualdad se construye a partir de la eliminación de las diferencias entre hombres y mujeres, sobre todo y fundamentalmente las diferencias sexuales. El problema es, como comprenderá si se mira al espejo, que diferenciar sexualmente al hombre de la mujer es inevitable.

Siendo esta una imposibilidad evidente para demostrar que lo que asegura es cierto, la ideología niega lo previo: la existencia de un dato natural que haga a unos seres humanos hombres y a otros mujeres.

Así aseguran que el hombre y la mujer no son tal por naturaleza, sino por imposición. Más sencillo: cuando naces te asignan un rol en función de tu genitalidad, entonces te hacen creer que eres hombre o mujer. Eso aparece, en otras palabras por cierto (tontos no son), en el nuevo Currículo.

Pero eso no es todo. Como la sexualidad es una construcción cultural impuesta, surge la necesidad de ‘deconstruir’ a la persona, esto es ‘ayudarla’ a que saque de su cabeza todas aquellas ideas que le han hecho creer que es lo que es, para pasar a un escenario de construcción personal mucho más amplio. Así, el ser humano ya no se reconocería en función de dos sexos, sino de múltiples opciones de género.

Anote: homosexual, bisexual, transexual, asexual, intersexual, pansexual, pangénero, bigénero, género variable, andrógino, no binarios, dos espíritus, y así hasta llegar a 60 ‘identidades’, por ahora.

Entenderá usted, estimado lector, que en un país donde el índice de lectoría es ligeramente superior al de Haití, donde la matemática no es comprendida a cabalidad por nuestros niños y donde miles de pequeños de escasos recursos deben cruzar cerros para llegar a su escuela, difundir disparates como estos es, por decir lo menos, una pérdida de tiempo.

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