Este domingo, otra vez obligados a votar

Fernando Mendoza
Abogado
Docente UCSP

Sí, este domingo una vez más nos convocan a elegir, claro que esta ocasión no es normal. Recordemos que es el resultado de una pugna de poderes —tras el cierre del Parlamento— y quien ganó al final fue el Ejecutivo, pero igual hay elecciones.

Estas elecciones son extrañas por su rapidez, multitud de partidos y multitud de candidatos —en gran número jóvenes— y la consecuencia de los resultados será un Congreso efímero pues es de cortísima duración.

Debo hacer una declaración, considero que como el ejercicio de un derecho el voto debe ser voluntario y no obligatorio como lo es en nuestro país. Creo que un voto que proviene de la voluntad y no de la obligación, debería ser más responsable y consciente. ¿Qué ocurre si en las listas de los partidos políticos, no encontramos candidatos que nos representen? pues la democracia de la que participamos es representativa, entonces lo mínimo que esperamos es que los partidos y sus candidatos nos representen.

Pero la ley nos obliga y como respetuosos de la ley nos corresponde ir a votar, salvo circunstancias imponderables o asumir el pago de la multa.

Estas elecciones son extrañas por su rapidez, multitud de partidos y multitud de candidatos —en gran número jóvenes— y la consecuencia de los resultados será un Congreso efímero, pues es de cortísima duración. 

A esta singularidad inherente, se suma la participación del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), que alejándose de la razón ha impedido que algunos candidatos participen por aspectos poco trascendentes y en otros casos, no deja irse a otros. Pero quizá lo que más llama la atención es que no hay ‘valla’ para los partidos. Es decir, aunque no pasen la valla electoral podrán participar de las próximas elecciones. Así, se desperdicia la oportunidad de evitar el exceso de partidos y candidatos.

Sería ideal que los partidos y los candidatos además de sus planes de gobierno, intenciones, etc., nos digan en qué creen y en qué no creen, así de sencillo.

Pero no menos extraño es el anuncio del primer ministro, Vicente Zeballos. Días atrás señaló que si el nuevo Parlamento revisa los decretos de urgencia dados por el Poder Ejecutivo en reemplazo del Congreso, volverían a pedir cuestión de confianza para defender estas disposiciones. ¡Acaso piensan volver a disolverlo! Esta amenaza es grave y atenta contra la Constitución, pues señala que el Congreso puede censurar al Consejo de Ministros o negarle la cuestión de confianza después de que el Premier haya expuesto los actos del Poder Ejecutivo durante el interregno parlamentario o intervalo en el que se interrumpen sus sesiones.

Pero bueno, igual hay que votar por alguien. Sería ideal que los partidos y los candidatos además de sus planes de gobierno, intenciones, etc., nos digan en qué creen y en qué no creen, así de sencillo. 

¿Creen en una economía social de mercado, o no? ¿creen en el matrimonio solo entre hombre y mujer, o no? ¿creen que el Estado debe intervenir en el mercado como empresario, o no? ¿creen en la inversión privada, o no? ¿creen en el aborto, o no?

Por eso este domingo vote, pero vote por alguien a quien conozca o tenga alguna referencia sobre quién es, en qué trabaja, de qué vive, a qué se dedicará después de ser congresista y sobre todo, en qué cree y qué hace por la vida.

Así, las cosas claras, para no tener sorpresas luego de haber sido elegidos. Los congresistas son representantes y no deberían legislar por cuenta propia, sino representar a sus votantes.

Por eso este domingo vote, pero vote por alguien a quien conozca o tenga alguna referencia sobre quién es, en qué trabaja, de qué vive, a qué se dedicará después de ser congresista y sobre todo, en qué cree y qué hace por la vida. 

Es preferible saber quién es y qué hace ahora, a escuchar qué hará si es congresista.

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