Crianza y regalos navideños

Mónica Sánchez
Educadora

Dicen que la Navidad de este año no será igual. Sin embargo, el mensaje cristiano de esta fiesta sigue siendo el mismo: la alegría, la esperanza y el consuelo que nos trae el nacimiento del Niño Jesús. Es también un momento para estar en familia.

Este año no podremos reunimos todos en una misma casa por la necesidad de mantener la distancia que previene contagios en medio de la emergencia sanitaria en la que aún estamos. Me cuido para cuidarte y cuidar a todos los miembros de la familia. Qué difícil será no abrazarnos, no estar juntos, no reunirnos para celebrar. 

Más allá de esas renuncias, la noche del 24 sigue siendo también un momento para reflexionar. Y las preguntas sobre crianza no cesan, ni siquiera en nochebuena. 

Como padres, siempre solemos adelantar algunas advertencias navideñas a nuestros hijos. “Si te portas bien tendrás regalos”, decimos a veces. Y aquí una pregunta muy importante al respecto: ¿será que el niño que recibe más regalos ha sido mejor o más bueno que el que ha recibido solo uno? 

Tenga cuidado, de frases como esas los niños suelen obtener conclusiones y creencias negativas como que solo se deben portar bien cuando alguien los está observando o porque recibirán algo a cambio. También que la persona que les ha dicho eso miente, porque aun portándose mal reciben juguetes.

¿Qué estamos haciendo con los niños durante la Navidad? ¿Qué les estamos enseñando como adultos? Y, sobre todo, ¿qué están aprendiendo con nuestras palabras y acciones?

La Disciplina Positiva no dice que las frases de este tipo se centran solamente en el resultado y no en el proceso.

Nos centramos en el comportamiento a corto plazo y no en el proceso de aprendizaje a largo plazo. También los confundimos al hacerles creer que la cantidad o calidad de los regalos está vinculada a lo bien o mal que se han comportado durante el año.

No utilicemos la Navidad para esto. Tengamos unas fiestas llenas de respeto, pensando en el bien común y dando gracias por la vida que tenemos y la oportunidad de estar con nuestros seres cercanos. 

Recuerden siempre que el mejor regalo que les pueden dejar a sus hijos es su ejemplo. Si para algunas personas lo más importante son las compras de Navidad, los niños aprenderán eso, en cambio, si observan en los adultos la donación y la preocupación por los demás, aprenderán a ser generosos y agradecidos. ¡Feliz Navidad en familia!

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