Aprendiendo de nuestros errores

Mónica Sánchez
Educadora
Docente UCSP

¿Quién no se ha equivocado? Estoy segura que todos y más de una vez, pero en materia educativa, ¿es el error algo malo, siempre? Si bien lo deseable es no cometerlos, hoy en día tenemos miles de oportunidades para demostrarles a los estudiantes que nada enseña mejor que ese preciso instante cuando nos equivocamos.

Para nosotros los docentes, el punto no es educar para que los niños no cometan errores sino buscar soluciones para que los estudiantes los cometan cada vez menos.

Desde la disciplina positiva, podemos encontrar algunas alternativas interesantes para apoyar a nuestros estudiantes cuando se equivocan. La salida para aprender de los errores podría responder a la dinámica de las tres ‘r’ y una ‘u’, una vieja receta de la solución de conflictos que todos los maestros deberían conocer y aplicar con sus estudiantes.

Así, toda alternativa de solución planteada para aprender de los errores debería ser: relacionada, respetuosa, razonable y útil.

Relacionada: la solución debe estar directamente relacionada al comportamiento. Supongamos que un grupo de niños rayó las paredes del aula. Mandarlos castigados a la dirección no limpiará las paredes, la solución debe estar dirigida al comportamiento. En ese sentido, sería mucho mejor que ellos planteen de qué forma podrían dejar las paredes como estaban al inicio y que se organicen para preparar unos carteles y así mantener el aula como la encontraron sin recibir nada a cambio.

Respetuosa: en referencia a la solución, esta siempre debe ser pensando en la persona, con dignidad y respeto. La expresión corporal y el tono de voz juegan un rol central en este mecanismo. Si seguimos la misma línea del ejemplo anterior, se debería hacer un seguimiento para saber si están cumpliendo con la alternativa que se encontró para dejar las paredes limpias y plantear una interrogante ¿te gustaría dejar las paredes limpias en este momento o terminando la mañana?

El punto no es educar para que los niños no cometan errores sino buscar soluciones para que los estudiantes los cometan cada vez menos.

La solución debe ser útil pues tendría que ayudar a los estudiantes a mejorar, de esta manera se sentirán empoderados y seguirán cada día trabajando para mejorar y no para ser personas perfectas.

Razonable: aquí es muy importante no añadir ningún tipo de castigo a la solución. Para ilustrar mejor, no se debería añadir a la idea de dejar limpias las paredes, “ahora tendré que enviar una nota a tus padres sugiriendo algunas acciones en casa”.

La solución debe ser útil pues tendría que ayudar a los estudiantes a mejorar, de esta manera se sentirán empoderados y seguirán cada día trabajando para mejorar y no para ser personas perfectas.

Útil: la solución debe ser útil pues tendría que ayudar a los estudiantes a mejorar, de esta manera se sentirán empoderados y seguirán cada día trabajando para mejorar y no para ser personas perfectas.

Como todo aquello que queremos convertir en hábito, es fundamental repetir esta dinámica siempre, tanto como se repiten los ejercicios de matemática. Buena suerte.

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