Acoger al forastero

Arequipa ha sido la sede de una nueva edición de la Convención Minera PERUMIN. Los entendidos dicen que es el evento más importante del mundo en el ámbito de la minería. Pocas semanas después, en noviembre, nuestra ciudad será también sede del Congreso Mundial de Ciudades Patrimonio, y en diciembre lo será del “Hay Festival”, un evento cultural internacional que por primera vez se realiza en el Perú. Esto significa que de aquí a fin de año miles de personas, provenientes de diversos países, visitarán Arequipa y con ellos vendrán numerosos periodistas que pondrán a nuestra ciudad en el centro de la atención mundial.

Ante esta afluencia de visitantes de otras partes del Perú y del extranjero viene bien recordar que, desde antiguo, Dios enseñó al pueblo de Israel a acoger a los forasteros. “Acuérdate que tú también fuiste forastero en Egipto”, le dijo a Israel. Esta misma enseñanza pasó después a los cristianos. En nuestro caso, porque vemos en los visitantes a Jesús, que se hizo forastero por nosotros, vino al mundo para cargar con nuestros pecados y, perdonándonos, nos abrió la puertas del Cielo donde no seremos forasteros sino ciudadanos.

En ese contexto, permítanme invitarlos a acoger con afecto a esas miles de personas que nos visitarán en las próximas semanas y a aquellos turistas que nos visitan a lo largo del año. En primer lugar, porque es la actitud que nos corresponde como cristianos y personas de bien; pero también porque de nosotros depende la imagen que se llevarán de Arequipa y que se proyectará a nivel mundial, de lo cual a su vez depende que Arequipa siga siendo sede de estos encuentros y que cada vez recibamos más visitantes que, con motivo de sus actividades en nuestra ciudad y localidades vecinas, darán lugar a la creación de nuevos puestos de trabajo y mayor dinamismo de la economía local.

No nos olvidemos que los organizadores del Congreso Anual de Ejecutivos – CADE hace poco decidieron trasladar a Paracas la sede de su encuentro inicialmente previsto realizarse en Arequipa, al parecer ante el temor de que algunos aprovecharan ese evento para realizar actividades contrarias al bien común y a la paz social en nuestra ciudad.

Evitemos, pues, cualquier tipo de acciones que puedan perturbar el buen desarrollo de los encuentros que tendrán lugar en Arequipa esta semana y los próximos meses. Procuremos también que aquellas personas que nos visitan a lo largo del año se sientan tranquilos entre nosotros. Es comprensible que algunos quieran aprovechar estos eventos y visitas para hacerse notar y atraer la atención sobre determinado asunto de su especial interés; pero si los mueve el deseo del bienestar de Arequipa no sería coherente que lo hagan a través de actos que creen incertidumbre, sensación de inseguridad o temor a nuestros visitantes. Mucho menos a través de la violencia física o verbal.

Existen formas mejores de transmitir nuestros deseos y hasta nuestros reclamos a la opinión pública, sea local o internacional; por ejemplo, publicar una carta o un memorial, convocar una conferencia de prensa o dialogar con las personas que queremos que conozcan nuestra opinión. Si lo hacemos así, seremos escuchados con más facilidad y daremos al mundo un ejemplo de democracia, civilidad y espíritu cristiano…que tanta falta hacen en nuestros días.

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