De Tin Marín: el paraíso de los niños

En este espacio lúdico se refuerza el vínculo entre padres e hijos

Tania Zúñiga y Leslie Soto dirigen este espacio ideado para apoyar en el desarrollo de los más pequeños.

Christiaan Lecarnaqué Linares

Un paraíso para los niños se encuentra en el Parque Lambramani. En el segundo piso de este centro comercial funciona De Tin Marín, un espacio de juegos infantiles educativos, libros y disfraces creado para niños de seis meses a siete años de edad.

Hace casi un año (en mayo estarán de aniversario) empezó este emprendimiento fundado por las socias Tania Zúñiga Zegarra y Ana Lucía Briceño Mariño, antiguas alumnas de Educación de la Universidad Católica San Pablo, y Leslie Soto Bedoya (cuñada de Tania), egresada de la Unsa. En realidad, este grupo es una combinación de familia y amistad.

La idea nació cuando Leslie vio este tipo de emprendimiento en un conocido centro comercial de Lima, se los comentó a sus socias y la propuesta les pareció buena. Así iniciaron De Tin Marín, un nombre bastante común entre nosotros, pero escogido después de sanas discusiones y profundas reflexiones.

Este espacio, además de ofrecer esparcimiento y entretenimiento al menor, también aporta en su desarrollo, motricidad y educación.

“Nos basamos en el método Montessori para que el niño se desarrolle de manera libre y autónoma. Además, permite que los padres de familia interactúen con ellos”, precisó Tania.

Aquí tienen un tobogán con pelotas de plástico, un espacio para que los pequeños clientes lean, también hay otro donde pueden disfrazarse y transformarse en personajes ideados en su imaginación. En un lado hay bloques, como los legos, para construir y al costado una pequeña cocina. Cada área está diseñada en proporción a la edad de los pequeños.

Los juegos están dirigidos a niños de seis meses a siete años de edad.

El vínculo con los padres

A las socias les llama la atención el vínculo que se crea entre los padres e hijos al jugar juntos en De Tin Marín. Cabe destacar que es obligatorio que el menor ingrese a estos espacios con un adulto.

“He visto papás que dejan sus carteras o maletines para jugar con sus hijos. Ellos se resbalan en el tobogán o se ponen a leer con ellos. Es un tiempo de calidad que le prestan a sus hijos”, comentó Leslie.

Tania agregó que también es un espacio ideal para los hijos únicos, ya que pueden socializar con otros niños de su edad.

Además, recordó que en este club vieron como algunos bebés dieron sus primeros pasos. “Algunas mamás nos dicen que en su casa tienen muchos juguetes, pero que no juegan como aquí”, indicó.

También hay otros padres que aprovechan para continuar con sus tareas laborales, en un espacio acondicionado para desarrollar estas actividades.

Tania, Leslie y Ana Lucía, socias del club house De Tin Marín.

Con vocación docente

Tania y Leslie nacieron con vocación de educadoras, por ello este emprendimiento calza bien en sus aspiraciones. Leslie recordó que desde pequeña sentaba a sus muñecas y les dedicaba clases. “Yo he tenido esta vocación desde pequeña”, apuntó.

Mientras que a Tania siempre le ha gustado enseñar. “Me incliné por enseñar a los niños de primaria. Conocer a los pequeños e interactuar con sus papás es bonito”, argumentó. Ella también trabaja en EmocionArte, del Centro de Liderazgo para el Desarrollo de la San Pablo.

En De Tin Marín también se celebra fechas especiales del calendario y cumpleaños. Su meta es continuar otorgando un espacio de calidad a los menores y reforzar el vínculo con sus padres.

EL DATO

Pueden contactarse al 958 702 425. Los horarios de atención son de 11:00 a 20:00 horas. Las tarifas varían entre 20 a 25 soles. Los sábados atienden hasta las 21:00 horas. Cuentan con Facebook:  https://www.facebook.com/profile.php?id=100089839931808 Instagram: https://www.instagram.com/de_tin_marin_clubhouse?igsh=MWJ6bGhkZDQ0aXRncA== Tik Tok: @detinmarinclub

Salir de la versión móvil