Liz Ferrer Rivera
Una pareja lleva a su bebé recién nacido en brazos y lo muestra ante la imagen del Señor de Locumba para cumplir una promesa. Intentaron por muchos años concebir un hijo, acudieron a médicos e hicieron tratamientos, pero todo fracasó hasta que pidieron esa gracia al Señor de Locumba y no les falló.
Esta es una de las historias que el párroco del Santuario del Señor de Locumba, Flavio Cabana Cosi, recogió de dos peregrinos que llegaron al templo junto al bebé y con gran devoción. “Llevo dos años en el santuario y he conocido relatos impresionantes de fe, de gente que hace viajes largos para llegar aquí y agradecer”, narra.
Historia y cultura
La imagen del Señor de Locumba se encuentra en la capital del distrito de Locumba, a 94 km al norte de la ciudad de Tacna. Además de ser un símbolo de fe y veneración, es también patrimonio cultural de la nación. El Ministerio de Cultura lo declaró así en diciembre de 2024 por considerarlo un patrimonio artístico, histórico y social.
La historia cuenta que la imagen llegó a Locumba a la mitad del siglo XVIII. Según el relato que ha pasado de generación en generación, dos mulas fueron halladas llevando un cajón cada una. El primer cajón tenía una imagen tallada en madera del Cristo y el segundo una imagen similar de mayor tamaño.
A pesar de que la imagen más pequeña llevaba el escrito “Para el pueblo de Sama” y la grande “Valle Locumba”, los pobladores deciden quedarse con la imagen de menor tamaño y enviar la grande a Sama. De acuerdo a datos históricos, la imagen fue instalada en el templo antiguo en 1729, pero esa construcción fue destruida por un terremoto y por lluvias en mayo de 1784.
Festividad y riesgos
El padre Cabana recuerda que el Señor de Locumba también es conocido como “el Cristo de los pies quemados”, a raíz del incendio ocurrido en la época del cautiverio, en que Tacna estuvo bajo la administración chilena, y los pies del Cristo se quemaron ligeramente.
La imagen, en la actualidad, es tratada con sumo cuidado en su limpieza y sale una única vez en procesión durante su festividad en septiembre. El templo cuenta con una réplica para que sea llevada a los eventos públicos y así evitar que la imagen original sufra riesgos, daños o deterioro.
El día principal de la festividad del Señor de Locumba es el 14 de septiembre. En 2015, el Ministerio de Cultura declaró como patrimonio cultural de la Nación la festividad y peregrinación al santuario. El párroco Cabana sostiene que, de acuerdo al registro realizado por la municipalidad provincial, algo más de cien mil personas visitaron el santuario en 2024.
“Vienen peregrinos de Perú, Chile y peruanos que viven en Estados Unidos, Italia, España y otros países europeos. Se motivan a realizar largos vuelos para cumplir una promesa de fe. Conocí a un hombre que en Estados Unidos sufrió un accidente que lo imposibilitaba caminar y hoy agradece al Señor de Locumba volver al trabajo”, cuenta el sacerdote.
La imagen tiene un valor social al ser centro de la fe y devoción de los feligreses católicos del sur peruano. Por ahora, el santuario y la imagen están en buenas condiciones, a excepción de una rajadura en la parte posterior de esa infraestructura.
En 2023, la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann inició estudios para evaluar el tipo de suelo sobre el cual se encuentra la Villa Locumba. El líder de ese equipo, el geólogo Jorge Barriga Gamarra, refiere que los resultados se conocerán en abril de este año; sin embargo, adelantó que el tipo de suelo, arcilloso, requiere ciertos cuidados.
“La arcilla mezclada con agua tiende a levantarse. Por eso es importante evitar el riego de plantas fuera del santuario o tener servicios higiénicos en esa zona. Ya lo advertimos en 2003 a través de un informe dirigido a las autoridades”, afirma Barriga.
Por ahora, este es uno de los riesgos en la villa que alberga a la imagen, la alta sismicidad de la zona y los problemas por el tipo de suelo. Cabana contó que seguirán “al pie de la letra” las recomendaciones que hizo la universidad.
Barriga anunció además que el informe final será enviado al alcalde de la provincia, para que implemente las políticas de prevención. “Si queremos cuidar un bien tan relevante como la imagen del Señor de Locumba, las autoridades deben seguir las recomendaciones que brindan los especialistas”, concluyó.