¿Cómo viven los residentes venezolanos en Arequipa?

En los últimos días, varios extranjeros han enfrentado ataques y maltratos de quienes creen que en su comunidad solo conviven malos elementos. Un reporte del Inei da luces sobre las condiciones en que viven en la Ciudad Blanca.

Según el Inei, en Arequipa habrían más de 30 mil venezolanos.

Christiaan Lecarnaqué Linares

La ciudadana venezolana, Jennifer Karola González, fue golpeada en la cara por un ciclista cuando vendía helados en un semáforo de la avenida Dolores, cerca de la zona donde funcionan varios saunas.

El golpe que recibió, también le partió en dos los lentes que usaba desde hace dos años. “Me dijo que los ‘venecos’ le hacemos daño a los peruanos y que ellos tenían derecho a maltratarnos”, recordó.

Jennifer Karola vive en Arequipa hace cuatros años y por primera vez es víctima de un ataque. Ha notado que en las últimas semanas no quieren acercarse a comprar sus productos. “Hay rechazo, las ventas no están iguales. La mayoría te sube las lunas, te miran feo”, comentó.

Pero igual sus planes no cambiaron y continuará en Arequipa. Su hija nació en 2020 en el hospital Honorio Delgado Espinoza, en el pico de la pandemia del covid-19. Además de vender ‘chupetes’, también ofrece postres los fines de semana. “Quiero darle un futuro más tranquilo [a mi hija] y eso es imposible en Venezuela”, dijo.

En su país comían una vez al día y por eso lo abandonó junto a sus dos hermanos. Pero el destino le puso todas las piedras posibles en su camino, ya que al llegar a Ecuador les robaron dinero, ropa y documentación.

Lograron ingresar a Perú, pero tuvieron que caminar desde la frontera hasta Tumbes. “La gente nos regaló una bolsa de caramelos”, recordó. Por diez días vendieron las golosinas y reunieron dinero para viajar a Lima. Jennifer trabajó como moza un año en la capital y después llegó a Arequipa, donde empezó como impulsadora de gaseosas y vinos hasta crear su emprendimiento de repostería y ‘chupetes’.

Propuestas indecorosas

Ana Benítez tampoco la ha pasado bien. Cuenta que a través de sus redes sociales le hacen reiteradas propuestas indecentes. “¿Cuánto cobras? ¿Cuál es tu tarifa?”, le dicen. En otras ocasiones percibió que no la querían atender por su nacionalidad. “He pasado por situaciones de discriminación como: ‘no te voy a despachar porque eres venezolana”, recordó.

Por eso optó por refugiarse en la comunidad venezolana. “Casi no salgo. Los domingos voy a lugares donde me siento cómoda que son sitios venezolanos”, dijo.

Contra todo, igual se defiende. “Yo me pongo a pelear mucho por redes sociales, porque me molesta que generalicen. Hay venezolanos buenos, que hacemos cosas buenas y nadie nota eso”, afirmó.

Al llegar a Arequipa, hace seis años, trabajó en una guardería, aprendió el negocio y colocó una. En un inicio aceptaba niños peruanos y venezolanos, pero tuvo problemas con los padres peruanos por “un tema de cultura”, así que para evitar problemas solo acepta a los hijos de sus compatriotas.

En Venezuela trabajó como periodista en dos diarios. La crisis en su país la obligó a emigrar a nuestra ciudad donde nació su hijo. “Me trataron bien en el hospital, conocí gente buena”, pero dice que ahora la situación cambió.

Problemas de alquiler

Rohony Farías, comentó que tiene problemas para alquilar un departamento. “Mi esposa y yo estamos buscando un departamento para mejorar nuestras condiciones de vida y es muy complicado. Al escuchar el teléfono y notar el ‘dejo’, dicen extranjero, y no nos alquilan”, contó.

En agosto cumple seis años de residencia en Arequipa. Arribó a Lima en avión y por recomendación de amigos migró a Arequipa. Hace dos años vende ropa deportiva y estampados personalizados, pero en Venezuela ejercía como abogado y catedrático en una universidad. Hasta el momento no homologó su título debido a la burocracia, aunque deslizó que hay otros factores “nada santos” que le impiden formalizar sus papeles. Tampoco tiene planes para regresar a su país.

La gente está con miedo

Fernando Ramos Leal también notó que en las últimas semanas hay una actitud negativa hacia los venezolanos. “La gente está como con miedo, te ven y tienen miedo. Antes, no era así”, opinó. Dice que por las redes sociales recibe insultos. “A veces uno hace un comentario por las redes sociales y te dicen cosas como: ‘veneco eres ¿no?’”, señaló.

Hace cinco años llegó a Arequipa. Tiene un negocio dedicado a la música llamado Dalbergia. En Venezuela era profesor de música y optó por continuar con este arte en la ciudad.

También piden mano dura

Al consultar a estas cuatro personas, sobre qué acción deberían tomar las autoridades peruanas para frenar los delitos cometidos por ciudadanos venezolanos, todos coincidieron en exigir mano dura.

“Te soy sincera, la ley debe ser más dura. Se ha dado oportunidad para que tengamos nuestros documentos en regla. Quien no tenga documentos debería ser expulsado del país. Hay gente indocumentada que son los que delinquen en la calle, por ellos pagamos los que en realidad tenemos una estabilidad en el país”, opinó Jennifer.

“En lo social tal vez se ha sido injusto con la comunidad venezolana, al señalarnos como delincuentes […] parte de responsabilidad tiene el Estado por no establecer un control migratario más duro, hay casos de personas que son expulsadas y regresan”, dijo Rohony.

La comunidad venezolana dice que empezó a sentir discriminación en Arequipa.

Perfil del venezolano en Arequipa

La encuesta “Condiciones de vida de la población venezolana que reside en Perú” – 2022, del Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei), estimó que la población de venezolanos en Arequipa superó los 36 mil hasta el año pasado. Esta cifra supone un aumento notable, ya que en el sondeo realizado en 2018, es decir hace cinco años, apenas llegaban a los seis mil.

La edad promedio del venezolano en Arequipa es de 27 años; el 49.2 % convive y el 10 % está casado; el 55.7 % tiene su cédula de identidad vigente y un 9.2 % no tiene ninguna documentación. El resto tiene papeles, pero no están actualizados.

Otros datos que aporta esta encuesta es que hay 2.3 venezolanos por dormitorio, es decir viven con un ligero hacinamiento en las viviendas; el 36.6 % tiene una enfermedad crónica, pero sólo el 23.9 % tiene seguro de salud.

Contra lo que muchos creen el 29.1 % de la población venezolana residente en Arequipa tiene educación superior completa terminada en su país y el 24.6 % educación secundaria, mientras que el 15 % llegó con educación superior incompleta.

Entre aquellos que terminaron la universidad en su país, el 26.7 % se graduó en una carrera relacionada a Ingeniería, Industria y Construcción; 19.1 % Educación; 12.7 % Derecho, etc. Pero desafortunadamente solo el 2.5 % homologó su título profesional en el Perú, trámite que les permitiría ejercer su profesión en el país. La mayoría (44 %) señaló que no lo hizo porque no contaban con dinero o no conocen el procedimiento (22 %).

Un fenómeno global

La migración es un fenómeno global que ha provocado mucha represión, pero pocas soluciones. Afecta a Perú y también a otros países del mundo. Se calcula que hasta 2020 hubo 281 millones de migrantes en el mundo, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Estados Unidos es el país que acoge a más migrantes. La cifra supera los 50 millones.

En el caso de Venezuela cerca de siete millones dejaron su país y de este grupo, aproximadamente, seis millones están distribuidos en países de Latinoamérica, de acuerdo a la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes.

Los venezolanos dejaron su país por la crisis económica que aún se mantiene y en otros países abandonan sus hogares por las mismas razones. En Haití, por ejemplo, las pandillas tomaron el país, hay inestabilidad política, una epidemia de cólera y pocas opciones de desarrollo. En los países de Medio Oriente y África viven en una guerra civil permanente, lo que los obliga a viajar a países más estables como el Perú y echar raíces con sus familias, aunque para eso tengan que afrontar muchos problemas.

Salir de la versión móvil