La Universidad Católica San Pablo (UCSP) viene desarrollando una serie de proyectos tecnológicos con el fin de colaborar en el escenario de las emergencias por desastres naturales, mediante la Dirección de Investigación y las escuelas profesionales de Ciencia de la Computación e Ingeniería Electrónica y de Telecomunicaciones.
Así, a través de su Laboratorio de Robótica y Visión Computacional (Larvic), está desarrollando una flota piloto de robots de rescate: tres terrestres y uno aéreo. “Los robots sirven para la búsqueda de las personas heridas tras un terremoto. Son semiautónomos, es decir que son controlados mediante una teleoperador que puede funcionar desde una tablet o un teléfono inteligente”, explicó el doctor Dennis Barrios Araníbar, coordinador del proyecto.
Komodo, Oruguin y Konan son los nombres de estos rescatistas de metal. El primero inspecciona ambientes cerrados; el segundo, espacios abiertos pues tiene un mejor nivel de desplazamiento; y el tercero, zonas muy destruidas ya que es el más pequeño de todos. A ellos se suma un dron para obtener en tiempo real imágenes del desastre. Cuenta con un sistema de supervisión geográfica para saber qué zonas requieren más ayuda.