Christiaan Lecarnaqué
Muchos emprendimientos de hoy en día se generaron durante la pandemia. Antes de la cuarentena de 2020, Marta Roca Torres enseñaba inglés en un colegio. Una vez que el Gobierno dispuso el aislamiento domiciliario, tuvo que guiar a sus alumnos desde casa, pero no se adecuó a dictar clases por internet, por eso decidió buscar otras opciones.
Ese tiempo de encierro lo aprovechó para aprender repostería con ayuda de videos o recetas de amigas. “Siempre me gustó la repostería, pero no pensé que se podía hacer algo más grande”, comentó.
Tortas desde Puno
Así, en Puno, fundó Horneaditos en septiembre de 2020, porque notó que por esa época no había pastelerías que ofrecieran el servicio debido a las restricciones por la pandemia.
Marta se enfocó en ofrecer tortas personalizadas (principalmente en las decoraciones), además de galletas, pie de limón y otros postres preparados en casa. “Te piden, por ejemplo, una torta decorada con flores para una mamá o el personaje favorito de un niño que cumple años”, detalló.
A diferencia de la competencia no prepara sus postres con premezclas para apurar el proceso, ella utiliza ingredientes comunes y se encarga de toda la elaboración.
Con buen pie
Cuando inició su emprendimiento recurrió a algunos anuncios por redes sociales y la gente empezó a solicitar el servicio. Hacía hasta dos pedidos por semana.
Luego elaboró un pequeño estudio de mercado, creó sus redes sociales y diseñó su logo. “Empecé sorteando tortas y galletas por las redes sociales; en pocos meses tuvimos 1000 seguidores”, recordó.
En la actualidad, hace entre 40 a 50 pedidos por semana.
El nombre Horneaditos nació por su papá, quien solía llamar así a sus tortas. “A qué hora salen tus horneaditos”, le preguntaba.
Ella ofrece tortas hasta de trece sabores, las clásicas de chocolate, vainilla y moca y otras con arándanos, yogurt y lúcuma; y combinaciones especiales como de plátano con chocolate.
“Me piden más la torta de zanahoria con nueces y rellena de queso crema”, confesó.
EL DATO
Pueden contactarse al 932 113 027. Tiene cuenta en Instagram: https://www.instagram.com/horneaditos_/ y en Facebook: https://www.facebook.com/profile.php?id=100063630068455
Llegó la cafetería
Su emprendimiento creció y desde hace un año tiene una cafetería (Cafetto) fundada junto a su esposo, Josué Gabriel Fuentes Herrera.
Él trabajó en la cafetería de una amiga y allí nació su amor por el café; luego hizo un curso de barista para dominar este arte y hoy, como su esposa, dirige su propio negocio.
De esta manera, Marta se encarga de la pastelería y él de la cafetería. La meta es contar con una sucursal más y quizás explorar otras localidades en Puno. Además de iniciar una tostaduría para tostar café.
La huella San Pablo
Marta es una antigua alumna de Administración de Negocios de la Universidad Católica San Pablo (UCSP) y, según dijo, esta carrera le cayó como anillo al dedo. Esta profesión le dio las herramientas necesarias para encaminar su negocio.
No tenía en mente emprender, sino que escogió esta carrera por su currícula. El equilibrio entre los números y las letras le llamó la atención, sin imaginar que más adelante esta elección le ayudaría a apuntalar su emprendimiento.
“Hacer repostería para mí es un arte. Puedo plasmar todo lo que tengo para que el cliente se lleve un poco de mí en cada torta. Cuando los clientes nos comentan que está deliciosa es una satisfacción muy grande”, dijo.