Liz Ferrer Rivera
“¡La ampliación de Challapalca no va!”, es el grito unánime de los dirigentes tacneños que se reunieron el 24 de octubre en el Colegio de Ingenieros de la ciudad fronteriza. Ese día acordaron, además, realizar una protesta como muestra de su rechazo al anuncio emitido por el Gobierno de ampliar este centro penitenciario.
La población tiene el temor de que con la llegada de más reos se acreciente el nivel de criminalidad y con ello la inseguridad, pero ¿realmente podría darse ese escenario?
La cárcel de Challapalca está ubicada a 4600 metros sobre el nivel del mar, en el límite entre Tacna y Puno, donde la temperatura desciende por debajo de los cero grados Celsius. Este penal, que es considerado el más alto del mundo, comenzó a funcionar en octubre de 1997 con 50 reos. Se construyó para los presos de alta peligrosidad y, en la actualidad, tiene 182 reclusos aunque su capacidad es de 240.
Un 30 % de los presos están ahí de forma preventiva, sin sentencia; mientras que el resto de ellos cumple condenas por delitos como sicariato, extorsión, homicidio, secuestro y robo en banda. Para llegar al penal, desde Tacna se debe realizar un viaje de casi cinco horas en transporte privado, pues no hay movilidad pública hacia la zona.
¿Temor fundado?
El expresidente de la Cámara de Comercio, Industria y Producción, Aldo Fuster Ocaña, refiere que, si bien el nivel de criminalidad en Tacna no alcanza las cifras de otras regiones, no existe certeza de si eso se debe al trabajo de la policía o es que Tacna no es, por ahora, una plaza atractiva para delitos como la extorsión.
El presidente de la Asociación de Junta de Usuarios de la Zona Franca, Julio Gonzales, sostiene que no sólo llegarán más reos si el Gobierno cumple su propósito, sino que Tacna albergará a las familias y amigos de estos. “Como esa gente no tiene trabajo aquí sólo les quedará delinquir. Y nadie quiere eso aquí”, afirma Gonzales.
Por su parte, la presidenta de la Cámara Regional de Turismo, Mey Mori Chambe, relató que en los dos últimos años algunos dueños de hoteles y restaurantes han sido víctimas de extorsiones, pero ninguno denunció por temor y se limitaron a bloquear los números desde los que recibían los mensajes amenazantes.
IMPORTANTE
Este 30 de octubre, los principales gremios de Tacna acordaron paralizar en rechazo a la ampliación de este penal, además, preparan medidas más radicales si no son escuchados por el Gobierno.
El transporte de carga pesada, servicio público, maestros, obreros y comerciantes, confirmaron su participación en la movilización que se concentrará en la Plaza de Armas.
Percepción y cifras
De acuerdo a las estadísticas de la policía y el Ministerio de Salud, los delitos que más afectan a Tacna no son la extorsión y el sicariato. Según el Sistema de Información de Defunciones, en 2024 se registraron diez muertes por suicidios, 16 por homicidios y 30 por accidentes de tránsito.
En 2023 se tuvieron 14 suicidios, 7 homicidios y 33 fallecidos por choques vehiculares. En ambos años los feminicidios ocupan parte de los casos de homicidio. El Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei) informó que de 2018 a 2020 Tacna ocupó el segundo y tercer lugar en la tasa de feminicidios a nivel nacional.
En cuanto a delitos, la Policía Nacional recibió 2074 denuncias en Tacna el primer trimestre del año y ocupó el lugar 18 en el ranking de criminalidad a nivel nacional. No obstante, a pesar de no ocupar los primeros lugares en esa lista, la percepción de inseguridad es alta: entre 2015 y 2021 ha variado entre 95.3 % a 86.2 %.
Esto quiere decir que, en la práctica, 9 de cada 10 habitantes de Tacna temen ser víctimas de un hecho delictivo. Además, Tacna fue la región que tuvo el mayor crecimiento en la percepción de inseguridad (7.4 %) de 2020 a 2021.
EL DATO
- En 2012, un grupo de 17 reos fugaron del penal tras un motín. Uno de ellos aún es buscado, el resto fue recapturado.
- En 2018 se dio un nuevo motín por enfrentamientos entre dos bandos. Un reo falleció y algunos guardias del Inpe fueron retenidos.
Aún no hay ampliación
El jefe de Oficina de la Defensoría del Pueblo, Edward Vargas Valderrama y la congresista Esmeralda Limachi Quispe, acudieron en una visita inopinada a Challapalca esta semana. Ambos refirieron que dentro y fuera del penal se contaba con seguridad. Al interior se cuenta con 25 guardias de seguridad del Instituto Nacional Penitenciario y en el exterior funciona un cuartel militar, además de las rondas policiales.
Asimismo, Limachi detalló que frente a la cárcel viven cerca de cien personas cuyo principal sustento es el movimiento comercial que genera este establecimiento. En su visita, ella confirmó que la ampliación aún no se ejecuta y que, por ahora, el Gobierno está instalando 130 cámaras de videovigilancia, un scanner nuevo para el control y otras obras referidas a la seguridad.
La congresista consideró que es imperativo detener la intención del Gobierno de ejecutar la ampliación. Y reconoció que, aunque Challapalca no sea el real motivo de la delincuencia en la ciudad, sí puede incrementar la percepción de inseguridad, la desconfianza en la policía y el descontento de la comunidad con sus autoridades.